Con autoridad y competencia

La Brújula da un golpe en la mesa ante sus detractores

Crónica de un triunfo claro y con testigos de por medio

Por Javier Mtez de Zuñiga

Parece increíble pero incluso con la tragedias que nos asolan la gente sigue yendo a trabajar y haciendo su vida normal. Por un lado tenemos la asombrosa revelación de que Ana Obregón, al más puro estilo Corleone, ordenó a su guardaespaldas que le diera una paliza nada más y nada menos que a Jaime Cantizano, popular presentador del programa “¿Andestas corazón?” en el canal gangrena 3. Y por otro tenemos el duro enfrentamiento a tres bandas entre el Risto Mejide, Jesús Vazquez y Angel Llacer dentro del programa Operación truño del canal telahinco, tu cadena hormiga. Se trata en definitiva de un país totalmente crispado, más vale que en otros ámbitos se respira un ambiente de amor fraternal y camaradería como en el Partido Popular, un verdadero espejo de virtudes en el que toda organización debiera mirarse. Otro gran ejemplo para la juventud y quizá el verdadero motivo de que la sociedad no se desmorone por completo es la Brújula Mecánica con su tenaz trabajo a favor del deporte y los elevados valores que este representa. (el deporte, no la Brújula)

El ave fénix resurge de sus cenizas
Tras un segundo trimestre para olvidar, sin victorias, con unos pocos empates y con un carro de goles y derrotas en su contra la Brújula estaba muy necesitada de ganar un partido; y además debía hacerlo sin ayudas externas, sin la ausencia de Pardo y sin trampas de por medio, es decir, por lo legal. Así que para la ocasión convocó a un equipo a priori bizcochable y trasladó el partido al jueves para poder contar con Patxi Sarmiento, uno de los duros del núcleo más duro de la organización futbolista. Estaba claro que el capitán apostaba fuerte por la vieja guardia. Como única estridencia y ante la falta de un portero titular la Brújula seleccionó de manera formal al primero que pasaba por ahí que no era otro que Fernando, nuestro bienamado orientador del instituto. En los breves y gloriosos minutos en los que se puso bajo los palos (o más bien a la par de ellos) el señor Oscoz hizo gala de unos reflejos felinos y de unas extremidades pulposas que no dejaban pasar ni una bola. Tomen nota, F. Oscoz, le reconocerán en el pasillo por su inconfundible voz de pito.

El rival


Los chavales eran unos camioneros de primero entre los que destacaba un viejo conocido del instituto Cuatrovientos, Jorge, ex GCM. Este sí que no era novato y ya sabía claramente que para derrotar a la escuadra de tuercebotas del Pardo necesitaba toda la artillería disponible. Así que para reforzar el equipo se trajo un fichaje de lujo: su excompi de clase Raúl, uno de los delanteros más trepidantes y escurridizos que ha pasado por el insti. Es como el ortopédico, el clásico nueve puro. Por si eso fuera poco también se trajeron refuerzos no reglamentarios del otro grupo, del que bastaría con uno cualquiera al azar porque todos son unos cracks. Aunque muchos de ellos eran novatos y debieron quedarse estupefactos al ver el conjunto que se les ponía enfrente. Mientras estaban tocando el balón apareció un camión volquete de residuos la mancomunidad, se metió hasta el centro de la pista de futbito y vomitó un horror de equipo formado por viejas glorias cuyo esplendor se pierde en el amanecer de los tiempos, restos de futbolistas venidos a menos y en definitiva muchos retales de abuelos que despedían un tufo a alcanfor nauseabundo. Ante unos alumnos ojipláticos esa especie de pelotón tenebroso se incorporó y sacudiéndose la caspa y la piel muerta se dispuso a jugar el partido.

El partido

Horrores al margen, lo cierto es que la legión de no-muertos del Pardo empezó el partido en tromba poniéndose 3 a 0 en el marcador, con una alineación en la que esta vez sí, pudimos ver a Abilio atemperando los ánimos y haciendo sus pases en corto hacia atrás como si la brújula fuera el Barça. Con Pablo seguro atrás, con un Pardo insólitamente generoso en los pases de la muerte y con un ortopédico que hizo un 3/3 de esas asistencias la cosa parecía coser y cantar. Luego fueron rotando en la portería y allí los alumnos se echaban un poco palante hasta que los profes reorganizaban sus filas. Suerte que la polivalencia de Sarmiento y la evidente solvencia de los veteranos hacía muy difícil que los alumnos se pudieran poner por delante, aunque hacia la mitad del partido estuvieron a punto de empatarlo. Pardo hizo amago de terminarlo ante un atónito Felipe que miraba su reloj viendo que aún faltaba media hora. La cosa no coló y los alumnos siguieron apretando. Mas, viendo que la cosa se ponía muy fea y que Raúl tenía la tarde muy inspirada (a fin de cuentas es el clásico delantero que marca muchos goles y luego triunfa en Marengo), los profes relegaron al ortopédico en la puerta y pusieron toda la veteranía en la cancha. La abuelada, lejos de cagarse en sus propios pantalones logró un contundente e incontestable 12-7.


¡Victoria o muerte! Vencieron y convencieron.
Es probable que por la mañana el “Buenos Días” de Pardo al entrar en el insti se oiga desde la sala de profes al aula 22.

Ahora vayamos a lo fundamental: ¿que te parecería un calendario con los jugadores de la Brújula?


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