viernes, 15 de diciembre de 2006

Cróniques germenes

Primera entrega


Sábado

Quedamos a eso de las 6:45 y como no podia ser de otra manera, alli estabamos todos con nuestros maletones y nuestros queridísimos familiares.

La subida al autobús fue apoteósica al descubrir que dado que iba casi vacío del todo, podiamos ocupar 2 sitios a la vez y de esa forma ir 2veces más cómodos.

Algunos consiguieron dormir (es más casi no consiguieron el despertar) y otros nos limitamos al principio en intentar dormir y al final en intentar no jodernos la espalda, cuello, piernas, etc. con la falta de sitio.

La llegada a Madrid fue apoteósica, llegamos a una estación con menos luces ke una lancha de contrabando. Lo siguiente fue coger el bus para ir a la T4 de Barajas en la ke pasariamos unas horas comiendo y buscando la puerta de embarque, hasta llegar al momentazo del avión (novedad para 2 de nosotros).

El viaje fue muy fino, porque la verdad, ir en avión es muy cool. La llegada a Dusseldorf fue tal vez algo temprana y ahí se bifurcaron nuestros caminos, puesto ke cada uno de nosotros fuimos con nuestras respectivas familias.

t4 barajas duesseldorf-airport.jpg duesseldorf-altbier.jpg

Domingo

No habia actividades previstas, por lo tanto cada uno hizo bien lo que quiso o bien lo que pudo. Ya se ampliara si hay voluntad de contarlo por las partes, jeje.

Lunes

Aki empieza lo bueno (o lo malo jaja). Madrugada impresionante, yo en particular jamás había madrugado tanto (cualkiera ke lo lea …) a las 5:30. Desayunazo de esos en los ke sigues comiendo a pesar de estar hasta las cartolas, pero ves ke aún no has catado todas las cosas ke si has probado, no recuerdas haber hecho.

Y tras 1 hora de asqueroso viaje en autobús llegamos al instituto dnd fuimos recibidos por el director académico (o eso creo) y por la prensa, ke nos hizo fotos y entrevistas (de todas las fotos que nos hicieron a mi entender la peor de todas fue la ke publicaron, porke dejaron con la cara cortada al guaperas del grupo, pero bueno, allá ellos, aunke todo esto sólo es una opinión personal).

Lo siguiente fue acudir a la estación de tren de Geldern para coger el tren ke nos llevaría a la estación donde deberiamos hacer el trasbordo para ir a Colonia.

En un viaje en tren sin incidentes ni nada, nos plantamos en la estación de Colonia (bastante grandota acostumbrados a ver todos los días la de Pamplona). Y como bien ya sabíamos del viaje, pues llovía, aunke como estos alemanes son de lo ke no hay, pues tuvieron el detalle de ponernos la catedral de Colonia justo en la puerta de la estación ( o tal vez ya estaba la catedral antes de hacer la estación, noooooooo).

Impresionante, gigante, asombrosa, colosal, por lo visto la piedra angular del gotico Alemán. Increible, la verdad, salvo porke por dentro, a mi en particular me defraudó, puesto ke viendo su magnificencia exterior, me esperaba algo más grande, pero aún así me hinché ha hacer fotos de dentro, algunas con más acierto que otras, pero eso, me hinché.
Lo siguiente, pues la verdad que no me lo esperaba (o si?) un mercadillo justo en la puerta de la catedral. De ahí en adelante tuvimos tiempo para ir a nuestra bola y supimos invertirlo comiendo comida tipica yanki (Burguer King) y después nos mezclamos con sus inhabitants (se dice asi en ingles) yendo de tiendas, comprando postales, catando cervezas, etc.
Como todo lo bueno ha de acabar, volvimos a la estación para volver hacia Geldern. No sin antes esperar cosa de 1 hora por esto de los retrasos. Buen palizón-palizón nos dimos cambiando de andén una y otra vez, porque según parece (y digo según parece, porke no se alemán) indicaban continuamente que iba a llegar en diferentes vías, pero vaya, unas risas! De ahi Geldern y todos a sus respectivas.

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