Croniques germenes (y II)

Segunda entrega, posterior a la primera

Martes

2° día de actividades! De 9:50 (ke empezáramos a esta hora no kiere decir ke no madrugáramos para estar a las 8 en el instituto y preparar un poco) hasta las 15:00 stuvimos avasayando a diversos cursos y niveles con las magnificencias de nuestra Pamplona y Navarra keridas, haciendo una perfecta/magistral combinación de castellano e inglés.
Después de todo esto, cogimos el tren para ir a Kleeve. Al llegar allí ubicamos el lugar donde teniamos que volver a presentar Pamplona y nuestra querida Navarra y dejamos nuestras cosas mientras Félix y Elisa preparaban un poco todo el asunto. En ese periodo de tiempo indeterminato, visitamos un poco la ciudad, también sus tiendas desde luego. Lo siguiente fue coser y cantar y nos salió una presentación coralina, la cual yo creo nos da la posibilidad de incluir en nuestro curriculum la palabra conferenciant@ (de los Buenos). Vuelta a casa, hechos cana y para la cama.

Miércoles

Pues el día empieza como todos, levantándonos pronto y acudiendo al instituto. Un poquito de tiempo libre con el ordenador, por eso de mandar mails a las familias, colegas o incluso currarse alguna articulico para alviento (estivo muy bien, salvo porke no funcionaba internet).
Después de presentar y que nos presentaran ciertos asuntos, comimos en la cafetería del instituto (ehh, la comida se la curran los alumnos) para ir a un pueblo cuyo nombre no recuerdo (podré pasar por tonto, pero no suelo enterarme muy bien de los nombres en alemán, bien por ser muy largos o bien por no poner interés). En éste pasamos la tarde visitando sus callejuelas y sus comercios. Y de a.C., ratazo en tren y de vuelta para casa.

Jueves

Junto al día de Colonia, echándole una ojeada al programa de la semana, sin duda es uno de los platos fuertes. Pillamos el bus y de camino a Holanda (si si, Holanda). Al llegar nos encontramos con un instituto del tamano de la universidad pública y una organización y unos detalles dignos de la NASA. Llegamos, nos lo curramos y salimos por la puerta grande hacia el pueblo. Con la companía de unos indígenas conocimos los recovecos de la ciudad y de paso les mareamos un poco de un lado para otro. Después de toda esta visita guiada y darnos cruenta ke nuestro inglés sirve igual igual en Alemania, Holanda y donde sea, volvimos para Geldern, para más tarde acabar todos en sus respectivas