Vencen y convencen

La Brújula da una lección de juego en equipo
Crónica gloriosa y triunfal pero ante todo imparcial

Por Javier Mtez de Zuñiga



El mundo no conocía una situación tan convulsa desde el crash del 29. Nos referimos obviamente a la crisis, la crisis entre Belén Esteban y el clan de los Janeiro que está alcanzando unos niveles de crispación que la sociedad a duras penas puede soportar. Y en el ojo del huracán la pobre Andrea que bastante tenía con comerse el pollo que le ponía su amatxo. Lo último han sido las graves amenazas que Víctor Janeiro mandó a la Esteban vía SMS, con perlas como "dile a tu madre que se meta la lengua en el culo". La cosa es difícil a no ser que la madre se quite algunas costillas de la caja torácica y entonces sí, podrá acercar la lengua al culo como hacen los perros. Más vale que para suavizar un poco el ambiente todos los miércoles disfrutamos de ese evento que marca la continuidad y la fortaleza de nuestro estado de bienestar: el partido de la Brújula Mecánica, que una vez más se dispuso a poner en juego su prestigio programando un partido complicado. Es el culo de los profes el que está en juego, y los alumnos como siempre se disponen a romperlo sin piedad. Pero con partidos tan difíciles da la impresión de que en el fondo les gusta que les crujan fuerte duro y sin lubricación de ningún tipo.


El rival


Tras las derrota y el dudoso empate de los últimos partidos, de forma sorprendente y en contra de la tradición Pardo preparó un partido de los difíciles. Tal vez quería acallar las críticas y disipar las dudas con una victoria de las que cuestan sangre sudor y contracturas. Así que nada de ciclos medios ni informáticos pálidos y escuchimizados, ahora se trataba de poner delante un rival técnico y supermusculado y qué mejor que un conjunto de chavales de transporte para jugarse la credibilidad en una especie de doble o nada. El caso es que no vinieron un puñao sino un auténtico ejército de camioneros luciendo sus mejores galas: camisetas del Milan, del Manchester, botas de colorines y toda clase de equipación de clubs con fuerte arraigo en la comunidad.

La Brújula refundada


Pardo por su parte le dio un revolcón a su sistema de juego dando descanso a Pablo, a “Pato” Fernando “Coz” y a Iban y rescatando a Eneko, un histórico de la banda al que se creía retirado. Pero la Brújula es como la CÍA, nunca se deja del todo, y lo mismo te vuelve un Sarmiento que un Arizkuren. Así que con el inamovible Pardo, el indiscutible Abilio, el afianzado Luisma y del prescindible Ortopédico para las permutas en el banquillo solo faltaba alguna garantía en puerta. No sabemos de dónde lo sacó, pero el caso es que el Pardo se trajo un zagal misterioso llamado Javier que lo paraba todo como si nada. El chaval no dejó pasar ni un uno contra uno y de lejos sacaba unas manos prodigiosas; los contrarios solo fueron capaces de marcar con goles de esos tontos e inverosímiles que parece que entran a puerta solo por lo feos que son.

La lección


Viendo las premisas y conociendo el historial del equipo la consecuencia natural del partido parecía ser una humillación de los profes de esas en las que se pierde la cuenta de los goles encajados. La insultante juventud y el inmenso talento técnico de la chavalería congregada no debía encontrar mucha dificultad para arrollar a los abueletes achacosos. Sin embargo, la Brújula tuvo uno de los mejores arranques de partido de su reciente historia; en los diez primeros minutos mandó y templó a las fieras y estas poca cosa pudieron hacer. El esquema era simple: con Luisma y Abilio o Eneko atrás y el ortopédico haciendo de puente entre ellos y el Pardo que andaba por ahí arriba. Sin duda los alumnos son mucho mejores futbolistas entonces, ¿cómo es que perdieron por dos goles? Muy simple, la Brújula es un equipo que ya está hecho, y los alumnos vienen cada uno de un equipo y un sistema distinto; aparte de tener un banquillo exageradamente largo su tendencia natural era hacer la guerra por su cuenta. Por eso la lección que se desprende es que un jugador que hace grande a un equipo es más valioso que un gran jugador, y de paso por una vez los profes hacen gala de uno de los valores del insti. Aunque en el resto ya se sabe: Pardo anuló un gol de los alumnos, Pardo marcó un gol con el portero tendido en el suelo, Pardo siguió una jugada de ataque con un contrario lesionado, etc… eso sí. Si se vuelve a repetir este partido con otro portero y con los alumnos más cohesionados, la paliza será total.



A estas alturas Pablo ya se debe estar viendo con txapela y de delegado de campo. Se rumorea que Iban va a ser cedido al Remacha sin opción de recompra. Viendo el percal:
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