miércoles, 22 de octubre de 2008

Aprendiendo a perder

Los alumnos palman y se contagian de los malos modos de los profes

Crónica neutral de otro glorioso triunfo

Por Javier Mtez de Zuñiga

El pesimismo y la desesperanza más absoluta se apodera de la ciudadanía. A la más que previsible retirada de la parrilla de las gafas de Angelino le ha seguido Por qué no te callas. Telahinco, la cadena amiga, sigue sin encontrar un sucedáneo del tomate que cumpla la difícil misión de parecer otra cosa pero ofrecer exactamente lo mismo. Y mientras tanto la sobremesa de los sufridos contribuyentes sigue huérfana de un programa en el que se analice la actualidad con rigor aunque sea con presentadores ambiguos, perdidas de aceite y escotes generosos. A este paso nos van a obligar a todos a ver los documentales de la 2 pero de verdad, sin que sea de boquilla. Suerte que para aliviar el desasosiego de la gente, todos los miércoles sigue siendo fiel a su cita el partido de fútbol que enfrenta o mejor dicho confraterna a los alumnos y al equipo de profesores que forman la Brújula Mecánica. Un equipo que es como la defensa del Milan, por la que parece que no pasan los años.



Disciplina de equipo
Los que siguen la actualidad futbolística del insti sabrán que en las dos últimas jornadas Iban había sido apartado del equipo por decisión del comité de disciplina de la Brújula. En la humillante derrota que Iban ante la atenta mirada del Pardosufrieron los profes contra un grupo de desarrapados alumnos parece ser que saltaron chispas entre el joven y los abuelos del equipo. En la Brújula, como en todo equipo que se precie hay una serie de vacas sagradas cuya paz no debe ser enturbiada y según cuentan Iban entró en el prado a grito pelao y claro, a las vacas se les agrió la leche. Por eso Iban debe aprender una lección que no figura ni si quiera en el manual de estilo de Pardo y que resulta imprescindible para tener futuro en el equipo de profes: da igual que lo hagas bien o mal o muy mal, lo fundamental es que surtas a Pardo de balones y pases de la muerte en condiciones. El fallará un 90% de las ocasiones pero tu aportación para su mérito personal (que no para el equipo) tendrá su recompensa en forma de confianza y convocatorias.

El terreno de juego
Iban se había quejado de que no le gustaba el campo al aire libre, ya que los jugadores elegantes y con estilo como él que practican fútbol de salón necesitan como mínimo un pabellón cubierto; y qué menos que un parquet flotante en condiciones. Pues bien, ahora iba a tener la ocasión de desplegar todo su fútbol en un escenario de lujo como es el Iribarren: suelo de madera, luz y duchas calientes. Este debía ser su momento, y para asegurarse de que todo iba a ser perfecto incluso trajo su propio balón, uno de esos pesados y lentos específicos de los jugadores de toque. Por esa misma razón Pardo descartó esa especie de balón medicinal y sacó su bola-loca mikasa del 4, que la rozas y sale despedida.

El rival

Abilio controla con solvencia
Para esta ocasión Abilio se había encargado de macerar a los de 1º de ASI prometiendo un partido una y otra vez durante tres semanas, tocando las narices a diario. Y claro, así vinieron, con los ánimos muy picados, los colmillos afilados y los ojos inyectados en sangre dispuestos a todo para borrarle la sonrisa de la cara a Abilio y a de paso zurrar a Pablo (gusto que no se pudieron dar). La Brújula iba a lo suyo, en su tendencia cada vez más habitual se preocupó de moverla sin arriesgar y subir con garantías, sin muchos alardes pero con pesada constancia. Y los alumnos ya se sabe, ahogados en su propia ansia por arrollar esa banda de abuelos fantasmones; hay que entender que en una mente postadolescente no se contempla la posibilidad de perder un partido de fútbol ante gente con el doble de años y con… canas!! (o just for men en su defecto).La verdad es que se notó que las formas de entrar no eran las más adecuadas para el futbito y el partido fue degenerando poco a poco. La Brújula dominaba con claridad y siempre estuvo por delante en el marcador y eso minó la moral de la chavalería que fue cayendo en las protestas, en las faltas y en los malos modos en general. Hasta el punto que Pardo abandonó la cancha porque ya no podía soportar la actitud tramposa y totalmente antideportiva que tenía enfrente; vamos, no soportó que le pusieran ante el espejo. Encima va a recurrir a competición para que no se vuelva a convocar a los de 1º de ASI. Esto pide a gritos una reválida en la semana cultural.




Viendo el percal, el “Pato” Fernando dio cita a todos los alumnos para que se pasen por el despacho y reciban la terapia que está aplicando al Pardo. Se trata de jugar un uno contra uno con el paciente esposado a la portería para que vea como el otro le mete goles y pierda irremediablemente. Así se aprende a perder con dignidad y a percibir la derrota como algo normal e incluso tolerable. El propio Pardo ya ha mostrado avances en su problema, ya que ahora considera un empate como una victoria.

A todo esto, los profes ganaron pero los alumnos piensan lo contrario. Así que, habla pueblo:
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2 comentarios:

  1. Es lo que tiene cuando juegas con un equipo que tiene las mismas malas artes.
    Me alegro por los alumnos, que seguro que fueron justos ganadores, y de paso decir que a Pardo, no es que le haya llegado la hora de retirarse... es que se le a pasado.... jeje

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  2. A ti si que se te HA pasado

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