miércoles, 8 de octubre de 2008

Es menester

Sildavia estuvo allí



El mismo Extremoduro podría cantar, la suerte perra traicionera... Y es que la cosa pintaba mal, parecía que tanta espera, tanto salibar... se iba a quedar en nada. Recinto no habitual, sin techunbre, cambio radical de temperatura, ambiente invernal... Así que botas de monte, calcetines gordicos, lifa y el forrico con capucha. Preparados para pisar y ser pisados y los pantalones mentalizados para volver sin dios, ni amo.

Unas canciones y unas cerves teloneras. Memoria de pez, evidenciaron su resignación al papel de hacer tiempo pero con confianza y kilómetros encontrarán su estilo que itinera entre platero, marea, extremoduro, fito y poncho k. A mi me gustaron.

Un Robe más puntual de lo que yo recordaba, surgió entre gasas (noble envoltura) al grito ¿dónde está la luz? Lo demás, una sucesión de vuelcos al corazón, respingos, escarpias y un par de paroncillos. Uno sin ausencia (1/2 horita) dedicado al último disco "la ley innata" y otro palosuyo.

A sildavia le consta que del insti se desplazó de bastante a mucha gente y quizá se percataron cuando al cantar "dulce introducción al caos" (su último singel) nos susurrara:

Una racha de viento nos visitó,
pero nuestra veleta ni se inmutó.
La canción de aquel viento se parará,
donde nunca pasa nada.

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