miércoles, 23 de enero de 2008

¡Empate victorioso!

Pardo declara empate a 4 minutos del tiempo reglamentario

Crónica gozosa de una victoria moral

Por Javier Mtez de Zuñiga

La muchedumbre se encuentra paralizada siguiendo minuto a minuto las evoluciones de Karmele Marchante en la isla de los casposos. Poco importa la caída de la bolsa cuando está en juego una competición donde se juntan presentadores, guaperas venidos a menos y mujeres siliconadas hasta la orejas. Por suerte para aliviar el estress emocional que provoca el seguimiento de este programa llega como cada miércoles el apasionante partido de la Brújula Mecánica que mientras no caiga en manos de antena3 seguirá entreteniendo y sobre todo generando momentos de gloria para unos hombres en plena cuesta abajo de su trayectoria futbolística. Y no nos referimos a Osasuna sino a esa banda de profesores que se empeñan en prolongar su agonía por los siglos de los siglos. Una agonía que ayer no fue tal y eso que la Brújula tenía ante sí a… la selección:

Al escuchar el himno los pelos como escarpias


El archirival
Ojo al dato, porque en esta ocasión el equipo rival era digno de figurar en el calendario del instituto. Una pléyade de jugadores que más que ser convocados debieron ser invocados como si fueran demonios del fútbol. Se trataba, parafraseando al Pardo, de una auténtica selección de profesionales, una constelación de cracks, un verdadero cluster de máquinas perfectamente sincronizadas: un combinado de segundos de DAI y de ASI, es decir Michel, Chenoa, Labrit, Edú, Lutxo, Thunder y Pintxo-pintxo gure laguna da ta. En el último claustro de profesores los compañeros de trabajo de los Brújulos habían mostrado su inquietud por este magno rival que sin duda podía mandar a la baja a más de un profe. Pardo ya se ponía la venda antes de recibir la herida afirmando con serenidad que la cosa era muy-muy difícil.
Por si esto fuera poco, la Brújula Mecánica se presentó al partido en plan temerario, golpeándose el pecho, sin porteros, sin cambios, sin Alex y con el ortopédico en punta. El escenario para la previsible carnicería era el magnífico polideportivo Iribarren que cuenta con un lujoso parquet de madera. Qué mejor escenario para celebrar el cumpleaños de Abilio de quien se dice ronda el medio siglo. En definitiva la situación se antojaba ideal para apelar a la épica e intentar lo imposible.El equipazo en pleno
Los alumnos pusieron a Ander en la puerta y dieron comienzo a las hostilidades. Como era de esperar el gol llegó del lado estudiantil con un zurriagazo inapelable de Pintxo a la escuadra. La cosa pintaba mal pero por increíble que parezca los profesores reaccionaron, empataron… y volvieron a marcar!!! Sí, han leído bien, los crack fueron perdiendo 2-1. Curiosamente Ander le había cedido el puesto de guardameta a Eduardo que por cierto paró casi todo y fue uno de los responsables que su equipo no perdiera. En general el partido era un toma y daca constante, una especie de partido de balonmano pero con pocos goles. Los alumnos no tardaron en adelantarse en el marcador pero la verdad es que en ningún momento fueron capaces de distanciarse de los profes.
El fallo de la jornada
Los goles bonitos los marcan los alumnos, como el de Luis por un hueco imposible. Sin embargo merece la pena pararse a analizar el fallo del ortopédico a puerta vacía, un error muy similar al cometido en otra ocasión. No es que sea algo excepcional ya que lo típico en él es fallar a puerta vacía pero conviene explicar gráficamente al trayectoria y el ángulo de su remate para que la gente se haga una idea de lo tuercebotas que es este tipo. La situación, Pardo por la banda perseguido por un defensa, el portero sale a su encuentro mientras el ortopédico correo por el lado contrario esperando el pase de la muerte. Llega el pase y:

Gráfico de la jugada en cuestión
Como alguna vez se le había ido el balón más allá de los 90 grados trató de mandar el balón al otro poste, consiguiendo mover el esférico a ¡¡15º grados de la perpendicular de su trayectoria!! A ver quién es capaz de igualarlo!
El caso es que los alumnos fueron incapaces de marcar un gol más. A eso hay que añadirle que por la ausencia de Eneko y más tarde de Abilio hubo un par de tránsfugas en los minutos finales. Y por muy poco la Brújula no marco un par de goles más. En pleno empate y a falta de 4 minutos para las 16:00, en un polideportivo con reloj, Pardo se hizo con el balón y empezó a repartir saludos de despedida, dando el empate por muy bueno.
Y ahora, suponiendo que la hija de Pardo es justo mayor de edad y sabiendo que Abilio acaba de cumplir años:
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