Un día cualquiera, paseando junto al lago de Mendillorri observé que alguien se había dejado un libro junto a una escultura. El libro estaba protegido con una funda de plástico; y bueno pese a ser el típico autor de best-seller, ya se sabe: a caballo regalado… pero al abrir el libro me llevé una gran sorpresa. Se trataba de un libro muy especial.
Este libro resultó formar parte de la iniciativa bookcrossing: un club de lectura que, cosas de la globalización, abarca todo el mundo mundial. La forma de funcionar es muy sencilla: puedes liberara libros en cualquier lugar para que otros lo lean o por el contrario puedes cazar algún libro para leerlo y después liberarlo otra vez. Lo ventaja es que a través de la web de bookcrossing podemos hacer seguimiento de los libros y saber por dónde han pasado. Puedes darte de alta en su Web y liberar libros con un nickname concreto.
En el caso del libro que encontré, se especificaba que fue liberado por un tal caliban62 y tenía un identificador concreto: 771-3709227. Un rápido vistazo en la Web de bookcrossing y ahí estaba, una nota del tal caliban62 afirmando que lo había dejado en el lago de Mendillorri, con foto y todo. Y no era el único que había liberado. Este libro forma parte de una comunidad en la que actualmente hay 470,672 miembros registrados y 3,072,024 libros liberados en todo el mundo. Desde la Web tranquilizan a los editores ya que esta iniciativa fomenta la lectura y también promueve la venta gracias al boca a boca.Para liberar un libro basta con darse de alta en la Web y por cada libro liberado se solicita un identificador. Luego se pueden imprimir pegatinas de identificación usando las plantillas que ofrecen en la Web. Si encuentras o cazas un libro, puedes limitarte a dejar un nota anónima para mejorar el seguimiento del libro.
Echa un ojo a las preguntas frecuentes de la página Web, y antes de tirar un libro ya sabes: dónalo a la mayor biblioteca del mundo. Y si cazas uno lee, registra su localización y... pásalo!
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