viernes, 27 de marzo de 2009

Curvas

15 líneas: relatos hiperbreves

Iker sentía una atracción especial hacia el misterio. Por eso aquella noche decidió recoger a una atractiva autoestopista de aspecto siniestro, en la oscuridad de la carretera.

Pronto averiguaría si el mito de la aparecida de la curva era cierto. Si de verdad, su acompañante, que aún no había dicho palabra, era una aparición que le iba a advertir de que tuviese cuidado con esa curva, que era la misma que la había matado a ella, para después desaparecer sin dejar rastro.

- En esa curva...

La chica miró fijamente a Iker mientras él trataba de reaccionar.

- En esa curva te sales y aparcas junto al arroyo, el completo son cincuenta euros.

Iker puso otra vez los pies en la tierra y, desilusionado, aparcó junto al arroyo.

Borja Echeverría



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