lunes, 3 de noviembre de 2008

Lizcano, el tercer rehén que logró escapar de las FARC en Colombia




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El ex congresista Óscar Tulio Lizcano, que el domingo se convirtió en el tercer rehén que ha logrado fugarse de la guerrilla de las FARC en Colombia, sobrevivió a las enfermedades de la selva y al cautiverio escribiendo poemas de amor que enviaba a su esposa.

"Soporto sin ti con porfía, todo el silencio de la noche; linda mía, mi barquerita: El que ama debe vivir", finalizaba uno de los 16 poemas que Lizcano incluyó en la última prueba de supervivencia a su esposa Marta Arango, quien a su vez le contestaba a través de mensajes en la radio con boleros.

Hace dos semanas, Arango había clamado por la liberación de su esposo, después de que el gobierno dijo haber recibido noticias de su grave estado de salud. "Un hombre tan bueno, un padre tan amoroso no merece morir entre cadenas", dijo la mujer entre lágrimas.

Según decía el propio Lizcano en los vídeos y textos que las FARC le permitieron enviar en al menos tres ocasiones a su familia, su cautiverio fue toda una tortura, especialmente al sucumbir a las enfermedades.
Al menos en cinco ocasiones sufrió paludismo y fue trasladado por al menos una decena de campamentos en las selvas del Chocó, algunas veces en camillas artesanales.

El domingo el político apareció ante las cámaras de televisión en una silla de ruedas, con una camiseta negra y un pantalón cubiertos de fango después de tres días de huir por la selva junto a uno de los jefes guerrilleros encargados de su custodia.

Con su larga barba y perfil demacrado, Lizcano recordó con voz ahogada esos poemas a su esposa, con quien habló telefónicamente antes de atender a la prensa. "Las últimas poesías se me quedaron en la selva, no las pude traer", le dijo a su esposa.

El secuestro del padre no fue el único que tuvo que soportar la familia. En julio de 2006, el hijo menor de la pareja, Juan Carlos, fue liberado por el Ejército tras pasar tres meses en poder de un pequeño grupo guerrillero.

El otro hijo, Óscar Mauricio, se convirtió en congresista y presidió la comisión de paz de la Cámara de Representantes.

Lizcano fue secuestrado el 5 de agosto de 2000 por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Riosucio, a 380 kilómetros al oeste de Bogotá, cuando era miembro de la Cámara de Representantes por el partido Conservador.

Era uno de los tres políticos que permanecían en poder de las FARC, tras el rescate el 2 de julio por el Ejército colombiano de la ex candidata presidencial colombo-francesa Ingrid Betancourt y las liberaciones entre enero y febrero de cinco ex congresistas y de Clara Rojas.

Del grupo de 28 secuestrados que quedan en la selva, que las FARC pretenden canjear por unos 500 rebeldes presos, sólo dos son políticos: el ex gobernador del departamento de Meta Alan Jara y el ex diputado Sigifredo López.

Antes que Lizcano habían escapado de las FARC Fernando Araújo, quien tras huir en diciembre de 2006 fue nombrado luego por el presidente Álvaro Uribe como ministro de Relaciones Exteriores y el policía John Pinchao, en abril de 2007.

Si el que ama debe vivir, ¿el que odia debe morir?


¡Qué vivan la poesía y la libertad!

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