martes, 11 de noviembre de 2008

Cabeza de lechuga

Sí, así podríamos describir al Bunbury que nos encontramos el sábado en Donosti. Delgado, como reza el título del primer single de su nuevo disco y con una pelambrera rizada que no paraba de moverse al ritmo contorsioneante al que se retorcía el cuerpo en cada una de las canciones del recital.

Puntual como reloj suizo, a las 22.01 con un servidor entodavia en la barra agenciando unos katxis, empezó el concierto con "El club de los imposibles" toda una declaración de principios de qué no íbamos a encontrar en Donosti. Seguido de un "buenas noches, cabrones", que no dejo lugar a dudas, espéctaculo del bueno, no como el que se había visto una hora antes en el cercano estadio Anoeta.

A partir de ahí, 2 horas y pico de actuación, con un Bunbury entregado y con una banda que son y suenan a verdadero Rock n Roll. ¿El repertorio? pues desde los clásicos básicos hasta canciones de su disco con Nacho Vegas ("si no lo conocen, investiguen en el puto internet", dijo el aragones errante) y, cómo no, canciones del nuevo disco Helville de Luxe.

Como nota un poco discordante, pues no van a ser todo halagos, la tanda de bises se compuso de unas canciones muuuy paradas y ya personalmente el abajo firmante echó de menos la sección de vientos de su anterior banda, el Huracán Ambulante, en canciones como "el club de los imposibles", "el viento a favor", o en la tremenda canción "y al final..."

En resumen, buen concierto, que sólo dejo algunas dudas entre el público, entre ellas ¿por qué no ha tocado "los restos del naufragio"?, ¿cómo se va quitar los pantalones elasticos rosas el guitarra? y ¿en qué invierten los 32€ de la entrada, en camisas para Bunbury?

Ahí queda eso...

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