viernes, 19 de junio de 2009

Empate triunfal

La Brújula logra un empate arrasador ante unos cracks

Crónica de un duelo en la cumbre
Por Javier Mtez de Zuñiga

panorama del partido
El inicio del fin es un acontecimiento de nivel planetario que pocos se atreven ya a poner en tela de juicio. Y sin duda uno de los signos de nuestro discurrir hacia el abismo es la incultura rampante que asola incluso a las sociedades más avanzadas. Pongamos a prueba al lector para ver si está al tanto del mundo que le rodea con la siguiente noticia aparecida esta semana: “el tigre de ambiciones ha vuelto”. ¿no sabes de qué va todo esto? Entonces con tu mal ejemplo avalas la visión negativa dada dos frases antes. Si eres medianamente culto debieras saber que Ambiciones es la finca del torero (de culto también) Jesulín de Ubrique, donde todo esperpento rosa tiene su asiento. Si te quedaste anclado en los 90 pensarás que el tigre no es sino Currupipi, un felino que Jesulín tenía en su chabisque. ¡Pues no! El Tigre de Ambiciones no es otro sino Humberto Janeiro, padre de Jesulín y una especie de playboy ibérico-casposo crepuscular. Pero nadie debe preocuparse sino es capaz de seguir las noticias por su ignorancia; siempre nos quedará el fútbol, ese deporte de masas que acoge en su seno de entretenimiento tanto a los analfabetos funcionales como a la gente formada. Y como ejemplo máximo de entretenimiento tenemos el partido de fútbol que a cara de perro enfrenta a los alumnos del insti contra la Brújula Mecánica.



Recuperando gente

recuperando el balón
El comité técnico andaba muy preocupado por la situación deportiva de Abilio, ya que durante su prolongada ausencia el equipo había encadenado una ristra de victorias contundentes que llenaba de dudas al hombre. “¿Habrá llegado la hora de cortarse el flequillo?” se preguntaba. “¿debo abdicar el trono de capitán en favor del Iban ese?”. Con el objetivo de que cesaran las dudas el comité de competición preparó un partido para alfombrar el retorno del mediático medio-centro; pero no era una alfombra de seda sino más bien unas brasas al rojo vivo ya que los contrincantes iban a ser los chavales de 1 de GT, una auténtica pléyade de cracks del balón. Así que Abilio iba a tener que sudar la camiseta para reivindicarse en su retorno, aunque en esta ocasión otro regreso facilitaba las cosas...

equipazo de chavaleria

Cuanto más canas mejor defensa
Italia sigue creando escuelas y está claro que una zaga con experiencia es una garantía de seguridad para el equipo. Esto quedo patente cuando la Brújula sacó a la cancha al defensa revelación del año Luisma, un dechado de virtudes que aporta serenidad y balones claros a cascoporro. Gracias a él la Brújula podía sacar el balón jugado en condiciones y para todo lo demás, para formar ese muro infranqueable y organizar las líneas de atrás quedaba Mazinger Pablo. En esta ocasión la bastón de mando en la medular se manejó entre Abilio e Iban cuyo protagonismo quedaba claramente relegado; sus consignas radicales ya no se tendrían tan en cuenta, no en vano es conocido entre sus compañeros de equipo como TALiban. Y para que no molestaran, Pardo en punta y el ortopédico de guardameta.

El futbol lo pusieron los abuelos

luisma la pone

Es lo que tiene estar en el mes de junio: la máquina chirría por desgaste pero funciona como un reloj. El juego de equipo era el de los profes mientras que los chavales trataban de sacar provecho de sus chispazos de calidad individual. Parece increíble que un grupo carcas mermados de medio siglo pueda plantar cara a chavales de 19 años con la carrocería intacta y tableta a lo Ronaldo (Cristiano, no el otro). Pues así es, a la Brújula le bastó con organizarse bien atrás y hacer presión desde su campo, ahorrando esfuerzos y saliendo a la contra. Si es que todo está inventado. Bien es cierto que como siempre a ratos los profes se contagiaron de las ganas de correr de la chavalería y eso les hizo incurrir en infinidad de errores de pase y remate.

Oliver Aton!!

Los alumnos tuvieron muy pocas ocasiones para marcar, aunque lo poco que tiraron lo aprovecharon bien. La Brújula por su parte hizo gala de su mala puntería y solo fue capaz de marcar a base de intentos reiterados. En cuanto consiguió empatar, Pardo se hizo con el balón y felicitó a los alumnos que asistían a la escena atónitos.

foto de familia

Acumulación de bolos
Ya en la reunión táctica Abilio insistió en jugar varios partidos en una misma semana. Detrás de este interés por jugar se sospechaba que el objetivo no era otro que soltar lastre para caber en el bañador, el drama de todos los junios. Ante esto,...

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