martes, 12 de junio de 2007

Zutik!

Zorrozkiloa

Recientemente se han celebrado en tierras galas elecciones presidenciales. Su modelo de estado no coincide con el que ¿conocemos? por aquí, por eso puede que nos resulte chocante lo de presidenciales, cuando aquí hablamos, básicamente, de generales, autonómicas y municipales. Simplemente decir que se elegía al Presidente de la República, lo que equivale a decir que se ha decidido la figura que va a regir Francia, estableciendo las líneas básicas de actuación en los distintos ámbitos que atañen a una sociedad tal y como la conocemos en la Unión Europea (Sanidad, Educación, Economía, Medio Ambiente… muchas mayúsculas).



Aunque no se puede generalizar, está claro que utilizamos tópicos con asiduidad para referirnos a los habitantes de un determinado estado, y así caemos en estereotipos facilones de una manera a veces cómica: los italianos son mafiosos, los alemanes son cabeza-cuadradas, los franceses (si no nos lucimos llamándoles gabachos) son muy suyos…

Pero podemos determinar, sin riesgo de equivocarnos, que en cada nación existe una determinada idiosincrasia que lleva a pensar y a vivir de una determinada manera. Me refiero a la forma de ver los servicios sociales, el gasto público, los cuerpos policiales, etcétera. De ahí que en cada estado se utilicen argumentos en las campañas electorales que para los habitantes de otros lugares son poco menos que cómicos: si un observador internacional “neutro” hubiera caído por aquí hace 3 semanas, en plena campaña electoral nuestra, hubiera “flipado” sin duda…

calamaro_-_respeto.jpgTodo esto viene a cuento de uno de los argumentos que ha esgrimido Nicolás Sarkozy, vencedor a la postre de estas elecciones en Francia, durante la campaña electoral. Bajo su punto de vista (que no enjuiciaremos, aunque, vaya con Sarkozy), Francia tiene que superar de una vez por todas la amoralidad que invade a sus habitantes, según él producto de una filosofía adquirida desde Mayo del 68 (acontecimiento digno de estudio, para todo aquél que no sepa lo que es). Y cree que hay que recuperar valores como, entre otros, el RESPETO. Y para ello, hay que empezar desde la escuela, utilizando métodos como: el tratamiento obligatorio de USTED de alumno/a a profesor/a; y que, al entrar el maestro o maestra al aula, todo el alumnado le reciba puesto EN PIE. Esto es, DISCIPLINA. Todo ello en los ciclos educativos a partir de los 5 años.

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No está claro que estas medidas vayan a entrar en vigor, pero no olvidemos que con estos argumentos, Sarkozy ha salido elegido, lo que nos lleva a suponer que un porcentaje elevado de personas en Francia están de acuerdo con estas aseveraciones. Y, aunque no sea así en todo, pensemos que lo que nuestros vecinos hacen (si lo llegan a hacer) nos puede llegar aquí (al menos si los que admiran a Sarkozy llegan al poder…).

¿Os imagináis? 8 y veinte de la mañana. Tenéis-tenemos clase con ______ (rellénese con el nombre de cualquier profesor o profesora del instituto). Primera sirena, todo el mundo al aula. Segunda sirena, entra ______, y ¡en pie! Además de tratarle de usted. Y así toda la mañana. Y así todos los días. ¿Cómo sería el instituto? ¿Qué opinión nos merece esto? ¿Haría más llevadera la enseñanza? ¿Aprenderíamos alumnado y profesorado mejor cuál es nuestro rol? ¿Cómo se consigue marcar ese rol? ¿Tiene que haber más o menos colegueo del que hay? ¿Ayuda la disciplina al respeto? ¿Hace falta disciplina? ¿Cómo serían los partidos contra la Brújula?

Ya me gustaría saber lo que opinan ustedes…

2 comentarios:

  1. Es verdad. Nos choca mucho. Pero no olvidemos que, también en el ámbito educativo, la libertad de expresión (al menos en lo tocante a lo religioso) se manifiesta de una forma extraña: la manera de conseguir que nadie se sienta ofendido es que nadie diga o haga nada ofensivo. Está prohibido llevar un crucifijo colgando, por ejemplo; por no hablar de cualquier "pañuelo" que muestre que una alumna es musulmana. El respeto, en este aspecto, no consiste en aprender a tolerar lo que cualquiera pueda decir, sino en que no se puede decir nada, no vaya a ser que alguien se moleste.
    ¿LIBERTAD de expresión?
    No sé, a lo mejor por aquí estamos consiguiendo algo parecido...

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  2. Estoia

    Interesante reflexión. Aunque creo que en lo que dices se mezclan preceptos religiosos, creencias religiosas, y la voluntariedad personal o no en el seguimiento de esos preceptos. Y la actuación que un estado laico o aconfesional debe (o no) tener ante ellos.

    En el artículo se habla sin embargo de la OBLIGATORIDAD establecida por un estado que debe cumplirse independientemente de las creencias de cada uno. Y que, pienso, pasa por encima de cuestionarse si se atenta o no contra la Libertad de Expresión. Al fin y al cabo siempre hay un Reglamento de Régimen Interno... bueno, pues esto es eso pero a lo bestia.

    Por cierto, que los partidos de la Brújula serían de grabar y ver en Youtube sin parar: salen Pardo y sus muchachos, y los rivales en pie; jugada dudosa, y alguien protestando: "Señor Pardo, si no le molesta... bla, bla". De no perdérselo.

    Perdón por la chapa

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