miércoles, 25 de febrero de 2009

Pardo vuelve para quedarse

La Brújula masacra sin piedad a un rival desustanciao

Crónica de una encerrona desvergonzada

Por Javier Mtez de Zuñiga

La noticia ha estallado como lo que es: una bomba informativa. No nos referimos al escándalo del ministro Bermejo, a la corrupción del PP ni a los vínculos del nuevo ministro de Justicia con la masonería. Estamos hablando de un asunto que trae de cabeza a gran parte del mundo civilizado: la relación confirmada entre Eva Gonzalez y Cayetano Rivera. Ella ha tomado una decisión de lo más difícil ante un dilema terrible: arrejuntarse a un futbolista multimillonario, de éxito y encima no-feo (Iker Casillas), o irse a los brazos de un matador de toros novato pero exitoso, multimillonario y también no-feo (Cayetano). De mujer a mujer... ¿con quién te irías tú? Salvo que Rooney o a otro jugador burro le clave los tacos en el cerebro es poco probable que Iker muera en acto de servicio. En cambio Cayetano tiene más papeletas para palmar, más que nada por los 20 cm. de cuerno que tienen sus antagonistas. ¿Serán los centímetros los culpables del cambio? Ajenos a este drama, en un irreductible barrio de Pamplona un grupo de abuelos desafían al paso del tiempo y al departamento de traumatología y vuelven a vestirse de luces para enfrentarse a los alumnos del insti en un partido de fútbol que levanta los ánimos en esta época de sinsabores que nos toca vivir.

Vuelve el hombre


pardo toca mal
Lo de hombre es un decir y lo de volver, en fin, nunca se fue del todo. Nos referimos obviamente al Pardo. Capitan de capitanes, abanderado de la rodillera y el calentador, icono del deporte extremo (por lo extremo de su edad) y espejo de moralidad ante el que toda persona de bien se debe mirar. Tras una retirada cautelar impuesta por sí mismo (nunca por su médico de cabecera), ha decidido retomar la competición en un momento apropiado: el del reencuentro de la Brújula con la victoria. En esta ocasión Iban e Igor pasaban al equipo contrario. ¿Cómo es así? Por algo que empieza a ser un hecho comprobado: todo jugador que entra en la filas de la Brújula experimenta unos deseos irrefrenables de pasarse al equipo contrario y enfrentarse a sus compañeros. Es una especie de impulso de matar al padre con cierto tufillo Freudiano. Seguramente se debe a varios factores: no asumir que los abuelos son capaces de ganar, la necesidad de jugar sin estar encorsetado por un sistema orientado a Pardo y sobretodo la frustración que produce ver como el trío de la muerte Pardo, Pablo, Abilio todavía es capaz de marcar goles.

Convocatoria de bochorno


La linea dura de la Brújula

La Brújula por su parte volvía a la línea más dura, con el trío calavera, con el retorno de Luisma y unos cambios de última hora fuera del plazo legal y sin que la federación se enterase. Minutos antes del partido los profes se hicieron con los servicios de un portero en condiciones. Previamente habían tratado de convencer a Fernando para que jugara, pero este se negaba alegando prescripción médica; Pablo y compañía apenas podían reprimir las lágrimas (de alegría o de risa). Por si el portero fuera poco, encima ficharon a última hora otro joven bregador de cabeza amueblada y juego acompasado de los que le molan a Abilio. Y encima le dieron la patada al ortopédico para mandarlo al otro equipo. Pero ni con estos dos chavales apenas conseguían bajar la media de edad del equipo (109,45 años) unas pocas décimas. Un vestuario que más que oler a reflex olía a alcanfor, polilla y formol.

Los de enfrente
El comité de competición montó una auténtica pachanga veraniega frente a un equipo inédito de 2º de AF parcheado con los tres jugadores del promesas de la Brújula. Sin duda trataban de alfombrar el regreso de Pardo para que este tuviera ocasión de reencontrarse con el gol y con su afición. Vamos que era un partido de esos para mayor gloria del capitán. En manos de Iban, el yernísimo Igor y el ortopas iba a quedar la responsabilidad de que este impresentable bolo de exhibición fuera mínimamente competitivo. Lo cierto es que iba a resultar difícil salir airoso de esta encerrona: un equipo a base de retales sin cambio contra un equipo hecho, reforzado, con portero fijo y con cambio.

El partido
abilio fusila puertaPrácticamente ya está todo dicho porque el verdadero partido se había jugado en los despachos traficando con jugadores, traspasando sin respeto alguno, armando y desarmando un par de equipos: la Brújula y un sparring para pasar el rato. La cosa parecía empezar más o menos igualada aunque los profes viejos jugaban mucho más conjuntados. Lo cierto es que a partir de una jugada polémica la cosa se torció: un remate de Iban a bocajarro que el portero no detuvo del todo acabó con el balón entrando entero en la portería. Sin embargo el portero no lo apreció así y el gol que hubiese supuesto el empate no subió al luminoso. A partir de entonces Iban lastró un malestar que se contagió al resto del equipo y las filas se fueron rompiendo. Los profes no hacían sino repetir la misma jugada: pared entre dos en la medular, uno se va por la banda, asiste al de enfrente y gol. Y así unas 10 veces con bastante acierto por su parte. Los alumnos y los jugadores del filial de la Brújula apenas pudieron marcar poniendo un poco de garra. Cabe destacar que cuando el ortopédico dribló al portero y solo tenía que empujarla, apareció Pardo ayudando en labores defensivas y salvó un gol seguro. Sus compañeros lo miraban ojipláticos: “Jesús, que haces defendiendo”.igor en la cancha

En definitiva victoria con escaso mérito en un duelo fraticida que enfrentó al pasado y futuro de la Brújula. Ganó el rancio pasado. Y es bastante probable que el Pardo, Abilio y Pablo estén insoportables toda la semana. Evitarlos en el pasillo puede ser una gran idea. Por el contrario, el siempre temperamental Iban salió de la cancha con cara de pocos amigos. Por esa razón hay que promover una campaña para recuperar anímicamente a este jugador para que conduzca su carrera como conduce el balón: con criterio.

[poll=76]

No hay comentarios:

Publicar un comentario