Apocalipsis rectal

Lo pipiolos de 1º de ASI humillan a los profes
Crónica de la vergonzante paliza

Por Javier Mtez de Zuñiga

La opinión pública no va a ser capaz de asimilar toda la degeneración que se acumula a su alrededor; por un lado asiste atónita y con cierta envidia al espectáculo ofrecido por Berlusconi en su mansión acompañado de 5 jóvenes señoritas que no eran precisamente sus sobrinas. Y por otro es testigo una vez más de la debacle de una patulea de lisiados que más que la brújula debiera llamarse acción mutante. Ayer los alumnos les dejaron el culo como un bebedero de patos y la moral a la altura de los juanetes. ¿Quieres saber el resultado? Sigue leyendo…

Termina la racha de una victoria…
Tras la gloriosa victoria ante cuatro forales y un niño, la Brújula recuperaba a su central titular Pablo, que acumula más años en la cancha que Costacurta y Donadoni (juntos), pero cuya experiencia y brega aporta gran solidez al equipo. Por otro lado se renovó el contrato con la estrella en ciernes Alex, jugador que ha acaparado los titulares de la prensa deportiva tras unas caricias que recibió por parte de los de Etxarri.
El comité de competición por su parte preparaba un encuentro de los serios ante un equipo de alumnos dispuestos a tomarse la revancha del partido anterior. Se trataba de primero de ASI, un equipo plagado de promesas que no se deja amedrentar por las triquiñuelas de tramPardo. En el partido anterior se elevó la voz por encima de los 100 decibelios, hubo pitos, pañuelos y lanzamiento de agendas escolares. El equipo de ASI, con sus ansias de venganza y de aplicar la eutanasia activa, era una olla a presión a punto de estallar.

El partido
Viendo el inicio del partido nadie podría imaginar que el resultado pudiera acabar siendo tan abultado. Las ocasiones se sucedían en las dos porterías y no había un dominador claro aunque si un juego algo pobre. Los primeros en adelantarse fueron los alumnos y poco después Alex empató la contienda. 1-1 todo parecía ser normal y el ritmo trepidante de los primeros minutos iba bajando poco a poco. Pero de pronto, Pardo se rompió. Se cambió el puesto a la portería pero luego no pudo más. Cuando desfiló hacia el túnel de vestuarios fue duramente aplaudido por sus compañeros, aunque luego se ha sabido que jugaba infiltrado hasta las vértebras. Sus muchas prótesis y sus innumerables calentadores no pudieron paliar su dolor y dejó al equipo sin cambios.
El vuelco
La ausencia del jugador que marca la diferencia, unido a las ganas de ASI, a una estruendosa afición desplazada al polideportivo y a un juego sin ideas ni verticalidad de los profes dejaban a la Brújula en una situación bastante bizcochable para recibir una goleada contundente y sin piedad alguna. Además, la aparente falta de movilidad de los profes para replegarse y defender su portería terminó irritando a Jon, el cual dio inicio a una huelga de brazos caidos y de piernas levantadas. Todas esas circunstancias propiciaron que los goles fueran cayendo uno detrás de otro, pese a que los profes habían llegado a un honroso y remontable 6-3. Los alumnos, sin mucho delicatessen, simplemente corriendo y haciendo paredes una y otra vez se plantaban en el área y remataban casi a placer. Los profes no pasaron de 3 mientras que los futuros administradores de sistemas instalaban el balón en la red contraria. La hinchada más ruidosa, colocada en la zona de Adolescente de Preferencia Cubierta celebraba cada gol como si estuviera en Glasgow. Abilio fue blanco de las iras de la afición por sus vengativos recaditos a los tobillos de sus compañeros y fue increpado duramente (esto le pasa por poner exámenes tan rebuscados).
En definitiva se llegó al resultado que de tan abultado se antoja incluso obsceno, y si el Excel no me falla es la mayor paliza de este curso si no contamos la de los forales:
11-3
Pablo animó a los profes a dar por terminado el partido, no fuera a ser que cayera la docena. En total cayeron dos manitas y una extremidad. La única mancha en su expediente, es haber recibido dos goles del Ortopédico. Aquí les tiene, tan campantes:


Nota: conociendo el cainismo tan propio de este país, a la hora de dejar sus comentarios hagan el favor de no hacer mucha sangre. Pobres profes. Lo de ayer fue un auténtico gerontocidio.