Chorreo a Ginebró

El neng de Arguedas machaca a los visitantes

Crónica de una victoria que se ha convertido en tradición

Por Javier Mtez de Zuñiga

El país está paralizado por el terror tras certificarse que el Madrid no remontará está liga. Tanto habían calentado los ánimos para el partido del Bernabeu que ya parecía que los culés eran unos cagaos desgarramantas. Ahora los redactores de los telediarios ya no tienen con qué llenar su sección de deportes. Mientras tanto en otras franjas de la programación hay espacio para otra tragedia de nivel nacional: en ese programa de gran calidad llamado Supervivientes se ha constatado que el Golosina es una mala persona. Los sesudos tertulianos del programa de Jorge Javier no dudan en poner el grito en el cielo y rasgarse las vestiduras. Ante semejante espectáculo la audiencia no tiene más remedio que flexionar las piernas, poner las manos en las rodillas y vomitar  paralelo al suelo a dos metros de distancia con la cara tensa, y al mismo tiempo eyectar varios litros de diarrea por el recto para compensar el impulso. Suerte que para no acabar deshidratados con tanta telebasura saben que todos los miércoles tienes partido de Champions. Y no hablamos del chelsis ni del manchate yunai; nos estamos refiriendo naturalmente al partido de la Brújula Mecánica.



Visita desde Catalunya




Siguiendo la tradición de los últimos cursos en Mayo hemos recibido la visita de los alumnos de la escuela Ginebró, una especie de Cuatrovientos en versión catalana. Se trata de un intercambio que se realiza entre los ciclos de informática. Si Cuatrovientos es un edificio dentro de otro, Ginebró tiene las aulas sin techo. Como lo oyen, es el sueño dorado de cualquier payasete de clase: sus gracias tienen una audiencia potencial de varios cursos simultáneos. Y como viene siendo habitual aparte de unas actividades lúdicolectivas también se monta el imprescindible partido de fútbol para que el pesao de Pardo pueda lucirse ante gente que nunca lo ha sufrido. El resto del insti para mayo ya lo tiene más que visto y está saturado de ver su jeto en este blog un día sí y el otro más. Hasta ahora estos enfrentamientos han dejado patente que los chavales de Ginebró el tema de jugar al fútbol de carne y hueso no los controlan mucho, pero eso sí, no se te ocurra retarlos a cualquier versión electrónica. ¿Sería este el año de la excepción? Desde primera hora de la mañana venían muy creciditos.


El partido


En la cancha del insti, con un sol de justicia y bajo un cielo lapislázuli se midieron la Brújula Mecánica y una selección catalana; bueno lo de selección..., dejémoslo en conjunto representativo de los Paissos Catalans. Porque con un molt honorable president de Iznajar (Córdoba), está molt clar que Catalunya es diversa, tal y como demostraba ayer la provocadora presencia de una camiseta blanca del Real Madrid. Los alumnos también contaban con la inestimable colaboración de su profesor Ivan cuyo nivel ha mejorado mucho respecto a otros años, además de algún que otro jugón que puso en más de un apuro a los locales. Los profes por su parte presentaron una alineación atípica, con Pardo y Abilio en representación del núcleo duro, Iban y el Ortopédico del filial y gran sorpresa en la meta: el insti asistió asombrado al retorno a la cancha de Ángel, portero retirado desde el siglo pasado. Las malas lenguas hablan de que su apellido y la cercanía con ciertos medios ha facilitado su fichaje. En cualquier caso, Angel dio muy buena impresión y se habla de relevo en la portería, cosa que al Pato Fernando debe estar quitándole el sueño.

Tras unos primeros compases de tanteo, respeto mutuo y punterazos ortopédicos, los profes no tardaron en hacerse con el control y empezar a hilar jugadas de ataque, fruto de las cuales llegaron las primeras dianas. El partido fue dominado sin problemas y los goles de los catalanes no pasaron de anécdotas, gracias en gran parte a la correcta labor en la meta. Sin embargo el sol hacía mella y los profes no podían seguir a los alumnos en sus contras. Aunque llegaban con claridad al área no terminaban de culminar bien. Puede que el hecho de llevar pantalones cagaos y de que tuvieran que estar subiéndoselos cada dos por tres tuviera algo que ver...
La Brújula demostró, en lineas generales un mayor juego de equipo y un mayor acierto de cara a puerta donde el ortopédico firmó la mayoría de goles (de esos de empujar tipo Raúl). Eso sí, el gol de la jornada fue marcado por Ivan, que en plan Messi se fue solo, se dribló a todos y marcó por la escuadra de forma inapelable. Cosa que sirvió para maquillar el 11-3 final.

Vestuario roto
Nada más entrar en las duchas y pese a haber ganado con contundencia Iban, cuyas convocatorias siempre se deciden al final y porque no hay más remedio, empezó a repartirle estopa al capitán. Tuvo la osadía de acusar al Pardo de que nunca pasa un balón atrás, que en cuanto la pilla, aunque tenga tres defensas delante suya los encara como una vaquilla en septiembre. El ortopédico, hábil también para ganarse la desconvocatoria le apoyó y lo comparó con Abilio que con buen criterio y emulando a su Barça no duda en pasar balones atrás. Vista la reacción del capitán y que no asumía las razonables observaciones de Iban, el ortopédico reculó y no dudo en afirmar que a Pardo le quedan muchos años de fútbol (o que al fútbol le quedan muchos años de Pardo), y que allá donde fuera el iría de rodillas flagelándose y gritando “no soy digno de estar en el mismo equipo que tú”. Ya en la salida, cuando la prensa le puso las alcachofas a Abilio no dudo en sentenciar: “Son como niños”. Aunque un niño tiene el doble de años que el otro.

La audiencia debe opinar:
[poll=88]