Vencen incluso jugando mal

La brújula arrolla y se desarrolla sin Pablo

Crónica del partido pasada por el tamiz rubalcábico

Por Javier Mtez de Zuñiga

Vivimos en un estado de conmoción permanente. Hace dos semanas supimos que Julian Muñoz había conocido a Mayte Zaldivar en un lupanar donde al parecer (que fuerte) ella trabajaba ejerciendo el oficio. Tras un parón en la liga del insti y cuando ya íbamos camino de levantar cabeza, este finde asistimos atónitos a la actuación de Belén Esteban en el carnaval de Tenerife donde defecó sin rubor una penosa imitación de Madonna. Y mientras el mundo se sigue hundiendo la competición de cuatrovientos se reanudó para sacar a los hinchas de la profunda depresión en la que se encontraba, brindando una nueva y clara victoria a la afición. Para el deleite de los espectadores aquí pueden ver una muestra del virtuosismo de los profes:


El partido del morbo
Déjense de Madriz-Bayerm, el verdadero morbo estaba en comprobar si el hecho de que uno de los jugadores de la Brújula tuviera media porra ganada a falta de perder contra los alumnos pudiera influir en su juego. Dos entradas y el plan para el finde que se palpaban con la mano. Esta circunstancia provocó el mosqueo del capitán que a punto estuvo de no convocar al implicado y que motivó que cada acción fuera observada con lupa. Una derrota de la brújula no parecía algo difícil teniendo en cuenta al rival que iban a tener enfrente: la temible escuadra de 2º de Gestión de Transporte capitaneados por Gastón, que encima de aprobar primero hacen malabares con el balón y cuentan en puerta con Tarántula Dani y otros nombres recuperados como oscar “limaco gudjohnsen ” y Fernando te regateo mientras ando (el tío realmente te regatea así, no es broma). En el partido anterior la Brújula había caído de forma clara.


Rombo y rodillo
Ante la ausencia del rocoso defensa Pablo, Abilio sacó la pizarra veleda de la mariconera, borró la táctica habitual y dibujó un esquema destinado a crear escuela (en el barrio): un rombo con Abilio en la zaga como único central, eneko y el ortopédico en las bandas correspondientes a su pie más o menos bueno, y Pardo lejos y solo en ataque para dar la murga a los del otro equipo. Renunciaban pues al centrolcampo y se optaba por las bandas y la verticalidad de un capitán recuperado de una de sus habituales polilesiones multimusculares.

Para permanecer fieles a la tradición, la brújula encajó el primer gol al poco de empezar el partido. Pero por increíble que parezca fue lo único que los camioneros hicieron en ataque en toda la primera parte ya que a partir de ahí comenzó el festival de goles de los profesores. Una soberana paliza que dejaba a los alumnos humillados con un 6-1 en contra, a los profesores inflados de gozo y al profesor de la porra sin entradas. Parecía que el reordenación de líneas en la Brújula había surtido efecto, por el contrario los alumnos debían estar echando de menos a Pascrack y a Testosterona Mikel.

En cuanto a las jugadas, se vieron las habituales: Pardo recibe de espaldas y se da la vuelta, Eneko tira desde la banda, el ortopédico marca lo imposible con la zurda y falla a puerta vacía, Abilio marca de vaselina desde casacristo, y Jon regala un balón al contrario que termina en gol. Mientras tanto los algunos alumnos cantaban aquello de "Dale pardo rompele, rompele la tibia y el perone" y otros clásicos como "Pardo: carbón, trabaja en el camión".
Como ya le pasó al Real Mandril, en la segunda parte la Brújula salió en plan Amarrategui , con el dodotis puesto y entregando la manija al contrario. Los alumnos empezaron a apretar y a meter goles de una forma tan seguida que la meta defendida por Jon parecía más una dársena del eroski que una portería. Pero el reloj ya se acercaba a la hora final y tras un nuevo gol de la Brújula Pardo cogió el balón, lo guardó y se dirigió a sus discípulos diciendo (frase para hacer en punto de cruz y enmarcar): hala venga, que estáis muy cansaos.

El resultado final, una broma en forma de rima que el destino deparó a ese profesor que no acertó la porra por poner que la Brújula iba a perder: 7-5 (según Pardo).