Cuenta la leyenda que el gigante Finn McCool construyó una gran calzada entre Irlanda y Escocia para luchar contra otro gigante que vivía allí, llamado Benandonner. El caso es que el gigante escocés cruzó la calzada. Cuando Finn McCool lo vio, constató aterrorizado que era mucho más grande que él. Fue corriendo a su casa y se lo contó a su mujer, que discurrió una estratagema para engañarle: envolvió a su marido en unos trapos para hacerlo pasar por su hijo cuando llegara Benandonner. Cuando este llegó a su casa, la esposa de McCool le contó que su marido no estaba y que se hallaba sola con su hijo. Al verlo al supuesto niño, el escocés pensó que si el hijo tenía semejante tamaño, ¡cómo sería el padre! Así que huyó cruzando la calzada y la destrozó para que McCool no pudiera seguirle. Ahora solamente quedan unos metros en ambas costas.
Además, hay una explicación científica, que dice que hace 60 millones de años hubo una erupción volcánica que generó aproximadamente 40.000 columnas de basalto por enfriamiento de la lava, etc. etc. Pero es mucho más sosa.
Ahí hemos estado. El país y su gente merecen la pena.
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