Crónica de una victoria para olvidar
Por javier Mtez de Zuñiga
Meses atrás, a finales del curso pasado ya se hablaba de la terrible crisis que se cernía sobre nosotros. Ahora que ya la tenemos encima y asistimos al espectáculo de constructoras en quiebra e inmobiliarias que no venden ni su propia oficina resulta que la opinión pública, lejos de agobiarse, ha recibido un bálsamo en forma de nuevo programa de sobremesa: las súplicas de la audiencia han sido escuchadas y ya tenemos un sustituto del Tomate. Porque eso es lo que verdaderamente importa, una dosis de realidad que nos ponga al día del último ligue de la Obregón. El IPC y el PIB son asuntos menores que no interesan a nadie. Y por si la gente no tiene bastante con esto, todos los miércoles en el instituto puede seguir el habitual partido que enfrenta un equipo de alumnos contra la legendaria escuadra de profesores de cuatrovientos: La Brújula Mecánica. Ayer sin su capitán, el incombustible y no siempre bien ponderado Pardo.
Lección a los de primero
Los alumnos de ciclos medios, en especial los que no vienen de iniciaciones, prepas ni otros puentes llegan al insti y en una semana son abrumados con miles de informaciones sobre el instituto, el ciclo, las prohibiciones, etc… pero otra de las lecciones que irremediablemente reciben más pronto que tarde es su primer partido contra “un equipo de viejos que visten de oscuro”. Es normal que con apenas 1muchos tacos la chavalería se anime a jugar contra un grupo de mayores porque a priori la cosa parece pan comido. Y ahí es donde reciben la primera en la frente: se topan con una turba arrugada de articulaciones chirriantes que resulta funcionar como una máquina de hacer fútbol. A su manera claro, tal y como suele orientar Abilio: “6 pases antes de pensar en tirar a puerta, todos ellos de no más de 5 metros”. Y los alumnos a lo suyo: correr como si las notas fueran en ello. ¡Que no! Aquí solo se juega la honra. Del Pardo, se entiende.
Las nuevas incorporaciones, a examen
Los que si están corriendo por las notas son los nuevos jugadores de la Brújula: Luisma e Iban. Luisma sorprendió en la sala de profes: ¿un profesor con canas que no tiene tripa? Resulta casi insultante, una provocación para los de su género, y para el resto de géneros puede que también sea provocador. Y por si eso fuera poco gracias a él el trabajo de Pablo se ve apoyado por una persona responsable, segura y poco dada a las frivolidades tan habituales en banda y en punta. Por su parte Iban es la gran esperanza blanca de este curso. Parece que por fin Pardo ha encontrado un recambio para Alex (alias Txepas), es decir: un tio al que le pasas el balón en tu área y te lo lleva al área contraria en 5 segundos. Y encima es un profe, nada de refuerzos ni medias tintas, un profe con su mesa en la sala. El caso es que ayer no tuvo su día y eso generó dudas entre los técnicos de la Brújula. Tenían la sensación de que estaban ante el clásico jugador rebotado que ahora ejerce de entrenador. Ya se verá.
El partido
La cosa estaba cantada. Alumnos de gestión administrativa B, con una vaga percepción de lo que es el deporte, nula cohesión y con un nivel técnico medio como el del ortopédico, estaban abocados a recibir goles a docenas. Y así fue, pero gracias precisamente a ese ortopédico que ayer comenzó el partido con una efectividad del 90%. Sí, Jesús sí, de aciertos. Cosa que no pueden decir ni Abilio ni Iban que asumieron a partes iguales el rol de Pardo: individualistas, fallones, tuya-mía y si les dabas un pase poco raseado haciendo ensayos de rugby y poniendo excusas del tipo “en parquet flotante encerado y climatizado juego mucho mejor”. Y es que ayer se jugaba el partido en la parrilla de Cuatrovientos donde se suele asar la carne en septiembre y en primavera. La cosa fue más o menos fácil aunque se pudo complicar por las continuas defecaciones a meta de los supuestos jugones del equipo. Al final tenían que subir Pablo y Luisma a rematar a gol. Iban ya ni se atrevía a rematar porque tenía la negra. Y los alumnos a lo suyo, con poca movilidad consiguieron hilar algunas jugadas bien culminadas. En definitiva el resultado fue que los alumnos llegaron a 5 goles y los profes al triple.
Una mujer esperaba a un Brújulo
Las fans no pueden esperar más. Hacia el final Felipe avisaba a Abilio de que había una chica esperándole. Joven, alta, morena, elegante, buena presencia, luciendo un conjunto estupendo y un bolso de Tous. Esto dio lugar a todo tipo de especulaciones de las que os queremos hacer partícipes. Vamos allá:
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