jueves, 28 de febrero de 2008

¡Abilio, vuelve!

La Brújula es humillada sin piedad

Crónica de una nueva vejación

Por Javier Mtez de Zuñiga

Como ya veníamos avisando los signos del apocalipsis son cada vez más evidentes. No nos referimos a muertos que se levantan de las tumbas ni a estrellas que caen del cielo sino a acontecimientos trágicos como la separación de Darek y la prestigiosa bióloga Ana Obregón, o incluso la supuesta relación entre el polaco de oro y la Baronesa Thyssen. Por no hablar de la nueva novia de Paquirrín. Suerte que desde el lado del bien también nos llegan otros signos más esperanzadores como la reanudación de la liga del insti, tras el desastroso partido que perpetraron los profes en la semana cultural. Parece que la Brújula le ha cogido el gusto a eso de hacerse el harakiri en público y una vez más se puso en evidencia delante de todo el instituto. Aunque todo tiene su explicación: faltaba el capitán. Al rato de empezar el partido el público comenzó a proferir gritos y abucheos aparentemente sin venir a cuento hasta que se vio como Pardo había hecho acto de presencia. Todo el mundo se temía lo peor porque Pardo era capaz de coger el pito y empezar a liarla. El caso es que la Brújula fue eliminada a las primeras de cambio sin trampas y con testigos. Y siguiendo con su dinámica triunfal, este miércoles la Brújula Mecánica sufrió un nuevo varapalo en el que apunto estuvo de recibir una docena de goles. ¿Qué cual fue el resultado?

11-la rima

El contrario

El equipo, muy confiado

No era un partido fácil o como reza el título de la última peli de los hermanos Coen, "no es partido para viejos". Para retomar la actividad el comité de competición convoco a la muchachada de segundo de oGT, una cuadrilla de experimentados camioneros que a estas alturas se las saben todas. Son como las vaquillas en septiembre; llevan todo el verano tocándoles las pelotas y para final del estío tienen más peligro que Pardo con un silbato. Para ilustrar esta realidad, basta con echar un ojo a la hemeroteca, donde podemos apreciar que los chavales ya se habían visto las caras con los profes cuando iban a primero. En esta crónica se pueden ver fotos e incluso algún vídeo de cuando protestaron después de perder. De aquel partido surgió el politono superventas: "¡Eres un gallina Pardo, tu equipo no lo quiere Pablo comprobando las defensasPardo, tu equipo no lo quiere!" que se puede escuchar en esta otra crónica. En fin, si es que no hay más que ver la foto, unos chavales jóvenes sanos y correosos frente a la turba desorientada y decrépita que forman los hombres de Pardo. Así que estaba claro lo que iba a ocurrir. En la siguiente foto podemos ver a Pablo, el último bastión de la resistencia profesoril comprobando la firmeza de las empalizadas antes del partido. Lo que ignoraba en ese momento es que la "empalizada" se la iba a llevar él.

El partido

La cosa no empezó mal del todo. Se adelantaron los alumnos, pero curiosamente los profes empataron pronto e incluso se pusieron por delante. Dar por terminado el partido a los 7 minutos del inicio iba a resultar demasiado excesivo incluso para el Pardo así que tuvieron que seguir jugando, y pasó lo que pasó. Esa victoria duró un suspiro y para cuando se dieron cuenta los alumnos ya ganaban 4-2. Sin mayor problema hacían 4 pases y se plantaban ante Jon en posición favorable para marcar. Tras marear un poco la perdiz no tenían más que empujarla ante la desesperación de Pablo y Jon. Y es que la clave del partido, como bien captó Arturo, fue que los alumnos llevaron el encuentro a su terreno: correr, correr, correr como si les fuera la vida en ello. Y claro, ese ritmo, sin cambios y con el doble de edad es difícil de aguantar. La Brújula debiera saber plantear los partidos como los abueletes que juegan a paleta goma en el frontón: se pone el delantero en un sitio muy preciso ligeramente alejado de la pared, de ahí no se mueve en todo el partido, llega a todas y se dedica a hacer correr al contrario. Pardo tuvo que darse cuenta de que había que jugar en plan racano-calcio atrás a esperar al rival y buscar la contra. En lugar de eso, los profesores se pegaron la paliza padre corriendo de un lado para otro. Según el capitán el siempre acompañaba a los atacantes en las contras pero estos no le pasaban un balón en condiciones.

Al final los goles fueron cayendo uno detrás de otro hasta completar la friolera de 11 dianas. Ya veníamos diciendo que la Brújula se había convertido en un mingitorio y ayer quedó patente que los alumnos literalmente evacuaron sobre los profes. Así, apestando a orín, los profes desfilaron al vestuario a ducharse mientras escuchaban la bronca del Pardo.

Posibles explicaciones al rendimiento del portero

Jon poco podía hacer en la mayoría de las jugada, sin embargo ha llegado hasta la redacción un burdo rumor según el cual habría pillado cacho recientemente cosa que es noticia por que con los camioneros pasa algo parecido que con los informáticos que puede resumirse en esta frase:

"Vírgenes por delante, mártires por detrás."


Según todos los indicios la "afortunada" viene de la universidad. Ya se sabe que la gente de FP ejerce una irresistible fuerza de atracción sobre las universitarias gracias en gran parte a ese aura de malote que desprenden los muchachos de formación profesional. Atracción que se acrecenta en el caso de los camioneros ya que las ilusas universitarias en sus fantasías más concupiscentes se imaginan a un fornido maromo con vaqueros y el torso desnudo y sudoroso sujetando dos ruedas de camión. Y se los imaginan encendiendo un ducados con un soplete o lo que es un mito, con un estañador. En general para estar informados de todos los escarceos, requiebros y escaramuzas del insti nada mejor que preguntar a las auténticas porteras de cuatrovientos: no nos referimos a Txutxin sino a Abilio y al Pardo.

En fin, que si resulta verdad que Jon ha triunfado puede que eso esté influyendo en su rendimiento deportivo, por aquello de llegar al campo desfogadete y hablando en dos tonos más bajos.

Pardo poniendo a prueba a Jon

Por eso cabe preguntarse:
[poll=27]

No hay comentarios:

Publicar un comentario