Al llegar la sensación era fría y cortante, aún así estamos emocionados por una nueva experiencia que compartir con nuevos compañeros con los cuales no habíamos vivido nunca.
A la noche nos juntamos todos en la iglesia, para compartir historias y anécdotas las cuales nos han servido para conocernos mejor.
La primera noche fue un poco mala ya que no nos encontrábamos en nuestras camas, ni en nuestras casas y a todo esto nos acompañaba el frío, lo que hizo que el despertar nos costara más.
Aunque no podemos apreciar muy bien lo que conlleva vivir en un pueblo como este, estos días nos han servido para darnos cuenta y valorar más en el esfuerzo que se realiza en las diferentes actividades o trabajos del día a día, para conseguir que el pueblo salga a delante.
A pesar de los diferentes aspectos que nos pueden costar mas o menos, esto es una experiencia que recomendamos a todas las personas, porque aun que hayamos pasado mala noche o nos haya costado levantarnos y haga mucho frío, hay pequeños detalles como los paisajes, la naturaleza, las risas, la convivencia con los compañeros o el simple hecho de estar en un lugar en el cual apenas hay contaminación es una sensación diferente.
¡¡PERO AÚN QUEDA LO MEJOR!!
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