Crónica de un viaje a Barna

Por Pablo, 1º de ASI
Domingo 27 de Abril

16:00 – Ojeras. Calor. Agua cara. Cansancio. Modorra. Resaca. Partimos hacia Barcelona en un maravilloso autobús de línea. Pese a todas las comodidades que ofrece (cenicero, reposacabezas, etc..), ninguno terminamos de pillar postura. Aún así, mal que bien llegamos a la parada en Zaragoza. Avituallamiento y vuelta a nuestro horno móvil.

23:00 – Llegamos a Barna por fin. Desfile de maletas de diseño y cómodas mochilas. La estrella de la noche es Iván Perú, con su bolso de piel amarilla de señora mayor (el bolso, no la piel).



1:00 – Tras instalarnos en el albergue (un albergue con muy buen rollito, todo pintado de colores y con múltiples mensajes ecologistas por doquier), nos lanzamos en busca de algún pobre desgraciado que esté dispuesto a alimentar a 14 hambrientos y sudorosos energúmenos. Por fin encontramos una pizzería kebab donde nos atienden con amabilidad, e incluso llaman a un primo suyo que vive por la zona para ayudarles a atender nuestros insaciables estómagos.
Unas pizzas y cocacolas después, volvemos al albergue a dormir como merecemos.
¿Dormir? ¡Eso creíamos algunos! Unos cuantos compañeros (cuyos nombres prefiero no pronunciar) nos amenizaron la noche a base de chistes malos, sombras chinescas y flatulencias, para nuestro gozo y disfrute. Finalmente se impuso el cansancio y pudimos dormir.

Lunes 28 de Abril

7:00 – Suenan los despertadores. Suenan las primeras voces quejándose de éstos. Desfile de toallas y panzas, duchita y a desayunar. Pese a que el espíritu del albergue es austero, nos proporcionan un desayuno variado y energético basado en cereales, zumos aguados, bollos, fruta y tostadas. No nos podemos quejar.

9:00 – Salimos hacia Cardedeu. Tras un par de transbordos, llegamos y nos recibe María sonriente y cariñosa y espléndida y espectacular. Nos acompaña hasta Ginebró, donde nos esperan Manolo y sus secuaces para amenizarnos con una charla sobre los medios inalámbricos.
Esta charla, muy bien dividida en partes concretas, trató sobre las redes inalámbricas, sus características, configuración y solución de problemas comunes.
Después, Manolo y su portentoso alumno Edmond, nos demostraron cómo AUDITAR (ojo, que no hackear ;-) ) la seguridad en una red inalámbrica. Para esto nos mostraron cómo capturar paquetes y analizarlos, idea ante la cual Iván Perú aplaudió entusiasmado.

13:30 – Salimos de la charla encantados con los conocimientos recién adquiridos, a la vez que hambrientos por el desgaste realizado a lo largo del día. Encontramos un restaurante que nos ofrecía un menú barato y prometedor, y decidimos entrar a comer. Algunos aciertan eligiendo, otros no, y algún otro se pide un plato de hierba del jardín, que nunca llega a terminar. Los que tuvimos ojo decidimos probar los productos típicos de la tierra, acertando plenamente con la butifarra.



A comer sano coñe!

15:00 (y pico) -Taller de manualidades. Nos dividimos en grupos y con el material que nos proporcionan, nos lanzamos a montarnos la mítica antena de pringles. Lo que parecía fácil resulta difícil, lo que parecía difícil resulta imposible, y lo que parecía imposible (ver a Marlon trabajar) resulta factible.
Un par de horas después de empezar, comienzan a entregarse las primeras antenas. La intención no se puede negar que es buena. Pero el resultado deja un poquito que desear. Aún así, hay alguna antena que se puede salvar de la quema, y el equipo que la entregó se llevó sus puntillos.
La actividad estuvo muy bien, fue entretenida y educativa, e incluso algunos usaron el estaño por primera vez en su vida.

19:30 - Nos despedimos afectuosos y nos vamos al tren. Pese a que lo estábamos esperando, llega de improviso, provocando una accidentada situación de prisas y empujones, saldándose con un herido.

Al llegar a Barcelona, cada uno se busca la vida por donde buenamente puede, aunque la mayoría opta por ir a las ramblas. Algunos cenan y se van formales a dormir. Otros deciden que el precio de las jarras de cerveza de la oveja negra merece la pena, y deciden pasar una noche charlando sobre la viabilidad de los laptops de Negroponte mientras refrescan sus gaznates con ese mágico elixir, que les hace llegar al albergue a las tantas arrastrándose por el suelo.

Martes 29 Abril
8:00 -Toque de diana. Otro nutritivo desayuno, y nos vamos al lugar donde hemos de encontrarnos con nuestros compañeros catalanes. Nos hacen de guías en nuestra vorágine consumista, y después nos vamos todos juntos al Marenostrum, donde un amabilísimo guía nos muestra los secretos de la supercomputación.



Después, comemos bueno y barato en la universidad, y nos dividimos en dos: Los cultos, guapos, interesantes e inteligentes, nos vamos al parque Güell, mientras que el resto deciden visitar el Camp Nou.



Borts nos muestra una escultura de Gaudí a la entrada del parque Güell.

20:00 - Nos juntamos todos en el albergue, cogemos las mochilas y nos vamos a Sants. Allí, dejamos las mochilas en consigna y nos ponemos a buscar un sitio donde nos den de cenar, y donde se pueda ver el partido Manchester-Barça. Gracias a un héroe venido del cielo (Jony), nos acogen en un restaurante con buena comida, buenos precios, mesas grandes y tele grande. Cenamos opíparamente y, pese al resultado del partido, lo pasamos bien.



Mirad a la cámara cohone!

23:40 - Con nuestras mochilas a la espalda, nos dirigimos a lo que por fuera parecía un autobús, pero que por dentro resultó ser una máquina diabólica, un aparato infernal, un vehículo diseñado por los ingenieros de hitler, un autobús donde se hacía totalmente imposible pillar postura. Vernos era un cuadro. La creatividad reinaba. Cada uno colocaba las piernas donde buenamente podía, sólo para comprobar que esta nueva postura era peor que la anterior.
A pesar de todo, a las 6 de la mañana llegamos todos vivos, que no es poco, y nos pudimos ir a casa a dormir nuestras horitas, que el miércoles había que rendir en clase!