Hablábamos en la entrega anterior de plumas, tinteros y calamares. Y eso provocó una gran duda: la tinta de las plumas ¿se llama así porque se usaba la del calamar? ¿o qué?
Pues qué. La tinta de escribir se llama tinta porque es agua teñida (en latín, tincta. Del vino tinto y el agua también se podría hablar) y fue inventada por los chinos, que utilizaban hollín para hacerla. Hoy se usan tintes sintéticos y potenciadores de color.
En realidad, sí hay una tinta relacionada directamente con los cefalópodos: la tinta sepia, que se extrae de la Sepia officinalis. Esta tinta es exactamente de color sepia (rojo-marrón) y no de color negro, que es la más habitual en las plumas estilográficas y en los bolígrafos. Actualmente se sigue vendiendo auténtica tinta de sepia y es utilizada por algunos artistas.
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