jueves, 30 de abril de 2009

Campeones... ¡sin Abilio!

La Brújula se impone ante los campeones jugando con el filial

Crónica gloriosa, triunfal y sobre todo imparcial y aséptica

Por Javier Mtez de Zuñiga

¿Quién tiene mejor culo?

Si querían alguna prueba irrefutable de que España se rompe ya la tienen ante sus narices. No nos referimos a la incipiente gripe ni a las cifras de paro que arrojaba la encuesta de la epa. Estamos hablando naturalmente de la reciente visita de Carla Bruni y su compañero de piso el pequeño Nicolás. Más carnaza para la arena, no del ruedo sino del circo mediático, porque lo que verdaderamente trae de cabeza a los editores de este país es: ¿cuál de las dos damas luce mejor los vestidos? ni visita oficial de Francia ni nada, ahí el único más o menos francés era el Juancar que como buen Borbón no quitaba ojo a la Carla. Por suerte el pueblo oprimido dispone de otras vías de escape para evadirse de estos tiempos tenebrosos: como el fútbol, ese deporte que practica con pasión desde los sofás y las barras del bar. Y qué mejor muestra que los partidos que todos los miércoles juega un irreductible grupo de profes del insti contra la turba estudiantil. Parafraseando el slogan de EA sports, Brújula Mecánica: somos el fútbol.

Ni con agua caliente

La pasada semana cayó uno de los bastiones defensivos de los profes, el experimentado central Pablo. No confundir con el colchonero porque ese no le llega ni al tobillo. La dura caída de Pablo la semana pasada hace que la lesión de Marquez del martes parezca una simple contractura. Los profes se quedan sin uno de sus valladares fundamentales para varias semanas. Por otro lado Abilio también era duda para el partido de ayer y el Pato Fernando todavía se está recuperando de su lesión en las manos, aunque ya se le puede ver por los pasillos sin amenazar con el garfio que le hizo el traumatólogo. Y sí, lo han adivinado, el único que sigue sin caer de la convocatoria es el incombustible, ignifugo, inasequible al desaliento profesor J. Pardo, que en la cancha no se sabe pero en la tercera evaluación es un verdadero azote en la sala de los profesores; un pelma atacante que está pidiendo a gritos que la directora académica lo cosa a guardias para que no ande por las mesas de los profes colgándose del vello de las axilas de sus compañeros.

Vuelve el hijo pródigo

alumnos

Ante las carencias del vestuario la dirección técnica se veía obligada a rebuscar en el filial y en el armario de los juguetes rotos para sacar algún jugador en condiciones. Esto suponía que Iban se reencontraría con la Brújula, empezando por un acto de conciliación que consistió básicamente en una bajada de pantalones recíproca y una carrera de esa guisa por la galería del insti, con el objetivo de ahuyentar todo atisbo de vergüenza y orgullo. Por si eso fuera poco, la Brújula no tenía más remedio que convocar una vez más al ortopédico, azote de ... todos. Pero para evitar problemas mayores, Pardo trató de atraer al lado del mal a esa garantía con patas que es Luisma pero como buen osasunista se está recuperando de una osteopatía de pubis. Pardo tuvo que rebuscar en el baúl de los recuerdos y como último recurso debían contratar a Javi, el portero revelación del insti. Por lo demás solo les quedaba encomendar sus almas al Diablo porque enfrente volvían a tener a los campeones del insti. Según Iban, en el partido de la semana pasada no estaban todos los cracks, así que a nada que aparecieran por allí la derrota estaba cantada.

Maniobra maestra

alumnos con la cami del chelsea

Nada más llegar al polideportivo ya se mascaba la tragedia: los campeones venían con todo el arsenal incluso con camisetas de Chelsea, para provocar el acojono entre los culés de la Brújula. A estos les faltaba un efectivo y Pardo maniobró hábilmente para hacerse con los servicios de uno de los alumnos más solventes. En el equipo de los chavales hay dos Jon. Uno es una especie de Cristiano Ronaldo, la estrella fulgurante, el foco de atenciones, el que trae de cabeza a las féminas y el que es capaz de marcar goles para subir al youtube. Así que Pardo, usando un poco de psicología inversa no dudo en decir: “no queremos a Jon”, los alumnos, cegados por el resplandor de su compañero se dieron por satisfechos cuando Pardo se quedó con el otro. El otro Jon no vende tantas camisetas, pero es un jugador de igual calidad que vertebra a todo el equipo, no da un balón por perdido y sube y baja como el que más: vamos, un chollo. Vamos, que los alumnos cayeron en la trampa como conejos. Cosas de estar en primero. transfuga traidor

Los profes fueron por delante en todo momento y los alumnos apenas llegaron a empatar. En esta ocasión se notó que había un portero en condiciones, para desesperación de los chavales. Lo cierto es que los profes formaron un bloque muchos más compacto, cortaron infinidad de balones y se lanzaron en contras mucho más peligrosas. Vamos, que la Brújula parecía el Chelsea pero metiendo goles, y esta vez Pardo si que ejerció de Drogba. Los alumnos se mosquearon viendo como su excompañero tránsfuga se partía el pecho prestando sus impagables servicios a los profes, que en todo momento sacaron el balón jugando desde atrás y sin dar balonazos. La chavalería, con más corazón que acierto, sucumbió de forma clara por dos goles de renta ante un equipillo de profes rejuvenecido, donde entre cuatro jugadores sumaban la edad del Pardo. Y eso que los alumnos tenían calidad y un porterazo.

Ni Abilio, ni Pablo, ni Luisma ni por supuesto el pato. La conclusión que se saca de esta victoria es que en la Brújula ya no hay vacas sagradas ni raules de tres al cuarto. Aún así una pregunta flota en el ambiente
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