miércoles, 8 de agosto de 2007

Lecturas estivales

Ante la programación televisiva de verano muchos buscan asilo en las páginas de algún libro, como refugiados. Esta es la historia de un par de ellos.


La isla del tesoro

Bueno, como ya sabéis, y por si no es así os lo recuerdo, en la biblioteca del insti es posible cogerse un puñao de libros para todo el verano. Pero eso sí, la condición irrenunciable que impone nuestro implacable bibliotecario es una resumen de 20 líneas de cada libro prestado. Bueno, pues aquí os van las redacciones correspondientes a dos de los dos libros leídos hasta ahora: Estudio en escarlata y la isla del tesoro. Dos novelas de esas tan clásicas cuya lectura parece casi obligada. Las dos son de una época similar, el siglo XIX, una época llena de clásicos de la literatura.



Los libros

Título: Estudio en escarlata
Autor: Arthur Conan Doyle
Editorial: Anaya, colección tus libros.

Puede que el título aún no te diga nada, el autor te debiera sonar algo más, pues es el creador del detective más célebre de la literatura: Sherlock Holmes. Pues bien, esta es la novela en la que se le dio a conocer, y la que de paso consolidó a su creador.
Todos tenemos alguna idea de este personaje a través de las innumerables adaptaciones cinematográficas, los dibujos, las parodias, etc... Sherlock y su ayudante Watson. La verdad es que en su primera novela Watson es un mero convidado de piedra y su única aportación es ser el compañero de piso del detective. Ni si quiera el hecho de ser médico (por cierto, sirviendo en Afganistán) parece darle alguna función útil. Y es que Sherlock es una wikipedia andante que domina varias ciencias, entre las que se incluye la medicina y la química. Además de eso tiene un amplio conocimiento de infinidad de crímenes lo que le ayuda a buscar similitudes entre distintos casos. Pero la verdadera arma de Sherlock Holmes es su mecanismo de razonamiento a partir de las pistas. Así, donde los demás no ven nada él es capaz de reconstruir los sucesos.
En esta novela el detective ayudará a Scotland Yard a resolver un extraño crimen partiendo de unas pocas y confusas pistas. No desvelaré nada del libro, salvo que en ningún momento dice aquello de "elemental, querido Watson" y que el detective es un farlopero depresivo.
Cabe destacar que el ejemplar del libro que tenemos en nuestra biblioteca es inmejorable: además de un prologo (el contexto) y las mismas ilustraciones de la época, el texto está lleno de notas a pie de página que lo enriquecen enormemente.

Título: La Isla del Tesoro
Autor: Robert Louis Stevenson
Otro libro mítico, también llevado al cine, a los teleñecos, a los dibujos de Disney, a series de televisión, etc... Es importante tener en cuenta el contexto en el que se escribió esta novela; el mundo estaba en plena efervescencia de descubrimientos, grandes viajes y exploraciones. Por eso hay que tratar leer la isla del tesoro como lo que es: un libro de aventuras. Hoy en día ya vemos que los tesoros se encuentran con GPS y expediciones financiadas, y las diferencias no se dirimen a sablazos sino con abogados. Así que dejando a un lado una visión tecnologizada conviene ponerse en la piel de su protagonista y trasladarse y a una época en la que la gente se lanzaba a la mar montada sobre una embarcación de madera, orientándose sin los instrumentos actuales.
Jim Hawkins es el verdadero protagonista de la historia. En sus manos cae lo que parece ser el mapa de un tesoro, y se embarca en una expedición a una isla en la que supuestamente un temible pirata enterró un importante botín. El único problemas es que la tripulación contratada para el viaje resulta ser algo sospechosa, empezando por el cocinero, un tal John Long Silver, que como todo el mundo sabe es mucho más pirata que el amanerao ese del Jack Sparrow. Las cosas no salen como estaban previstas y se crearán unas situaciones de lo más imprevisibles, en las que Jim tendrá una importancia vital. El final es, bueno, curioso y el libro rezuma barriles de ron y pólvora, cañonazos, goletas, traiciones, doblones de oro y en definitiva aventura pura y dura.

Las dos novelas son cortas y ciertamente idóneas para el verano. Y en lugar de leer tanto Tom Clancy, Ken Follet o Dan Brown (arrrgh), más valdría echar un ojo a todas los clásicos de aquella época: Poe, Verne, Wells, Dunsany y un interminable etc...

Y termino este compromiso con el bibliotecario con el mismo mensaje que se repite hasta la saciedad en los comics de superlopez: No fumes, lee.
(o al menos fuma mientras lees).

2 comentarios:

  1. Yo me he leído durante estos días "Un milagro en equilibrio" de Lucía Etxebarria (sí, esa que en su día fue acusada de plagio, pero y qué...los deportistas también se dopan...).
    Recomendable lectura. Ahí os dejo con la sinopsis (qué bien suena esta palabreja...)

    "Eva Agulló se ha hecho famosa con un libro sobre adicciones. La propia Eva es, en realidad, una adicta. Adicta al alcohol, a la angustia, a la valoración de los otros. En una carta-diario escrita a su hija recién nacida mientras su madre agoniza en el hospital, Eva intenta explicar de qué familia viene para poder imaginar hacia qué familia se dirige. A caballo entre el pasado, el presente y el futuro, entre Nueva York, Madrid y Alicante, reconstruye la historia nunca contada de la familia Agulló Benayas: los secretos a voces, las herencias, materiales o no, que los padres legan a sus hijos, y cómo para algunos lleva toda una vida aprender a vivirla. Para acabar concluyendo que la vida es, en sí misma, un milagro. Un milagro en equilibrio."

    Y recuerda: "Si lees, colabora para que lo más leído no sea el Marca..."

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  2. Estudio en escarlata...

    Primera aventura de Sherlock Holmes y su inseparable compañero Watson, los personajes creados por A...

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