Lohevistoxahí o melohamandao
Cuando decías que los libros son muy caros te contaron que las bibliotecas existen. Entonces dijiste que el libro que tú querías siempre estaba pillao, o que la biblioteca está lejos, o que sólo te dejan el libro para veinte días, o que yo qué sé qué.
Se acabó. Ya sólo puedes decir que no lees porque no te da la gana. No puedes echar la culpa a nadie.
¡¡43540 cuarenta y tres mil quinientos cuarenta 43540!!
Pincha!!
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