lunes, 21 de noviembre de 2011

Crónicas de búbal 1

Al llegar, el domingo día 13 de noviembre, nos encontramos un pueblo bastante pequeño en el que apenas veíamos ya que estaba de noche y había poca luz. Al poco rato nos reunieron y nos dijeron dónde dormíamos, repartiéndonos en dos casas: Casa Ainés la de los chicos y Casa Royo la de las chicas. Después fuimos a cenar y allí descubrimos que nos habían repartido en 6 grupos, en los cuales estábamos mezclados los chicos y chicas de Benicàssim y los de Pamplona. A cada grupo nos asignaron el nombre de una casa y coincidía con el nombre de los antiguos propietarios; nos contaron los tajos que deberíamos realizar durante la semana: reconstrucción, mantenimiento, mantillo, jardinería y animales.



No hace tanto frío como nos habían dicho y nos ha sorprendido que haya cobertura en todo el pueblo y agua caliente. Ha estado muy bien poder conocer y convivir con el otro grupo y, desde el primer día estrechamos lazos.

El lunes por la mañana tuvimos una actividad para conocer el pueblo, luego almuerzo y para terminar empezamos con los tajos. Por la tarde fuimos de excursión a Polituara, un pueblo abandonado que antiguamente se dedicaba al comercio y ejercía como mercado. También visitamos la presa de Búbal que fue la causante del abandono de los dos pueblos, Búbal y Polituara.

Por ahora estamos bastante contentos y esperamos seguir así.

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