martes, 20 de abril de 2010

Asilah, el extranjero

Diarios de motxileta (y  XVII)

Me marcho y no pienso en la vuelta, tampoco me apena lo que dejo atrás. Sólo sé que lo que me queda en un solo bolsillo lo puedo llevar. También extraño en mi tierra aunque la quiera de verdad pero mi corazón aconseja los nacionalismos (todos y cada uno, otra cosa son las raíces) que miedo me dan. Porque allá donde voy me llaman el extranjero. Donde quiera que estoy el extranjero me siento...
Melodía recurrente. A cada rato de viaje la tonadilla pegada como envoltorio de luki a la mano. Así al ver el puerto de Asilah

Una barca en el puerto me espera, no sé dónde me ha de llevar. No ando buscando grandeza, sólo esta tristeza deseo curar.
En esta ocasión el envuelto, el atrapado no es el recuerdo de un viaje sino aldrebes la canción.

Me siento en casa en América, en Antigua quisiera morir. Parecido me ocurre con África: Asilah, Esaouira y el Rif.
Allí sucedió en el encuentro en Asilah.

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La logística

Nos situamos, NorOeste de Marruecos, a côte du Tánger. Por allí nuestro acceso. No lo hicimos por la entrada habitual, el puerto (ferrys de Tarifa y Algeciras) si no por el aeropuerto (easy jet desde Madrid -100€ ida y vuelta-).

Los grand-taxis (mercedes de los viejos) te llevan a Asilah por 200DH taxi completo. Si no puedes hacerlo a lo Pekín Express. Andas como un cuarto de ahora a la carretera y coges una de las muchas camionetas, taxis compartidos y/o autobuses que van para el Sur por unos 20DH.

El alojamiento chupao, nos en hotel Sahara. Barato (136 dh la doble), limpio, correcto. Los baños compartidos están impecables y se aconseja pedir habitación con ventana (las de arriba). Pero cuidado con los que ofrecen habitaciones por ahí, no digo con todos pero sí con algunos.

La cosa está relativamente barata por allí. El desayuno muy cerquita, en Meknes. Desayuno tipico (zumo naranja natural, gigante y rico que te cagas; ½ baget tierna tostada con mantequilla y mermelada excelente; y café con leche o té 25dh). Desayuno de los de allí bisara (sopa de habas con aceite de oliva), aceitunas negras de las de allí, huevos fritos con aceite de oliva y comino, una baget y café con leche o té (20 dh). División de opiniones así que un día uno y otro el otro. Fantásticas ambas repetirí a por lo de la oportunidad con el de allí...

Comer o tomar. Un té marroquí (verde a la menta, delicioso) en mesa unos 7dh; tortilla de patatas 20dh, cuscus o tagine unos 35dh, un pescado unos 40dh, un surtido 80dh. Desde aquí, por calidad, precio y trato, recomendamos Farah. La cervecita en Lixus (15 dh con tapa) el único sitio donde podrás tomarte una flag.

Ah! En cuanto a comercio, bancos... de todo. El día de zoco, el jueves y el 00 por casi todos lados...

Algunos datos

Se ha convertido en uno de los destinos turísticos de la zona y es una forma suave de acercarse a Marruecos. Para comenzar a aprender a moverse, a practicar eso de buscarse la vida. La medina está muy cuidada pero también ha comenzado a aburguesarse porque muchas casas ya son de gente de fuera. En verano aglomeración, en invierno tanquilidad y mejores posibilidades. Ahora, sigue estando la playa pero no temperatura para ella.

Ciudad-puerto de historia turbulenta. Cartagineses, romanos, íberos, españoles, portugueses, españoles, marroquíes, españoles, marroquíes...

Las murallas que aún rodean la medina son de tiempos de los portugueses. Desde aquí emprendieron su avanzadilla y se la dieron de morros. Hasta aquí vino a bombardear hasta Austria por un ajuste de cuentas relacionado con la piratería. Su renegado más famoso fue ER-Raissouli...

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Qué hacer

A parte de vivir la vida.

  • Paseos: por la medina, por el malecón, por la playa norte (hasta hartar), para el sur por la costa abrupta hasta el txoko paradise-beach, aunque la intervención inmobiliaria está comenzando a ser de ordago.

  • Excursiones a los monolitos de M'Soura (a unos 25 km) y/o al mercado dominicalde Had Gharbia (a unos 16 km).

  • Nuestra hora y actividad favorita comprar unas latas de flag en la licorería (33 cl. 10 dh) y apresurarte-tranquilamente al malecón a ver como se descuelga el sol. Me quedé sin habla.


Si vais en agosto os sumaréis a la multitud que congrega su festival cultural: Música, exposiciones, pintura, artesanía, murales... Recomendable para comenzar a bucear Marruecos, para vivirlo sin prisa de la que mata. Lo dicho.

Porque allá donde voy me llaman el extranjero. Donde quiera que estoy el extranjero me siento.
PD: Ni patria, ni bandera, ni raza, ni condición, ni límites, ni fronteras extranjero soy.

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