15 líneas: relatos hiperbreves
Un escorpión, que deseaba atravesar el río, le dijo a una rana:
-Llévame a tu espalda
-¿Que te lleve a mi espalda? -contestó la rana- Ni pensarlo! Te conozco! Si te llevo a mi espalda, me picarás y me matarás!
-No seas estúpida- le dijo entonces el escorpión- ¿No ves que si te pico te hundirás en el agua y que yo, como no sé nadar, también me ahogaré?
Los dos animales siguieron discutiendo hasta que la rana fue persuadida. Lo cargó sobre su resbaladiza espalda, donde él se agarró y empezaron la travesía. Llegados al medio del gran río, allí donde se crean los remolinos, de repente el escorpión picó a la rana. Ésta sintió que el veneno mortal se extendía por su cuerpo y, mientras se ahogaba, y con ella el escorpión, le gritó:
-Ves! te lo había dicho! Pero ¿qué has hecho?
-No puedo evitarlo- contestó el escorpión antes de desaparecer en las aguas- Es mi naturaleza.
Creo que la fábula está inacabada... ¿La termino?
ResponderEliminar...
La rana salió de sus ensoñaciones y decidió que, a pesar de lo que su pequeña cabeza había imaginado, le daría al escorpión la oportunidad de cruzar a la otra orilla.
Así lo hizo, y llegaron sanos y salvos a la otra orilla. El escorpión, asombrado, le preguntó:
-¿Cómo es que, a pesar de saber cómo soy, has confiado en mí?
-Es fácil -respondió la ranita antes de volverse a su lado del río. -Porque el instinto de supervivencia es mucho más fuerte que cualquier naturaleza.
...
Piénsenlo...
Malko, tu final es mucho más bonito. Pero los escorpiones existen... muchos.
ResponderEliminarYo, a pesar de todo, prefiero ser rana.